ENTREVISTA A D. CARLOS DE PAZ MORENO por Ignacio de Castro

Hace unos años, tuve el privilegio de realizar la Estación de Penitencia en la Madrugá de Sevilla con la Hermandad de los Gitanos. Y lo hice, representando a la Hermandad de Madrid, en la presidencia del Paso del Señor de la Salud. En ese momento, el entrevistado de hoy era el Teniente de Hermano Mayor de la Hermandad de Los Gitanos de Sevilla, siendo por tanto quien presidia la comitiva y quien con un trato exquisito me llevo literalmente en volandas aquella Madrugá, que tan buenos recuerdos me trae.

Sirva esos recuerdos como simple excusa para acercarnos a él, aunque en realidad, siempre he pensado que como persona reconocida de la Semana Santa sevillana, tenia una buena entrevista.  Así, he pedido a Ignacio de Castro, quien  las firma para esta web, le haga una entrevista personal a D. Carlos de Paz Moreno, y así conocerle un poquito mejor.

__________________________________________________

 

«si te confieso un sueño, es ver al Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias, de forma extraordinaria, cruzar una vez en la vida el Puente de Triana»

 

ENTREVISTA A D. CARLOS DE PAZ MORENO por Ignacio de Castro

Carlos, lo primero las presentaciones:

  1. Nombre, lugar y fecha de nacimiento:

Carlos de Paz Moreno, nací en Sevilla, concretamente en el barrio de Triana, el 22 de enero de 1978.

 

  1. ¿A qué hermandades pertenece y desde cuándo?

Soy de Los Gitanos desde que estaba en el vientre de mi madre, es algo que viene en mi ADN, y pertenezco también a la Hermandad de Pasión desde hace creo que veintitrés años, devoción que como tantas otras cosas me transmitió mi abuelo.

 

  1. Su primera Estación de Penitencia, ¿la recuerda?

La primera vez que me vestí de nazarenos era demasiado pequeño para recordarlo, lo que si recuerdo perfectamente fue mi primera Estación de Penitencia completa. En mi familia, la costumbre es que el año en que vas a realizar la Primera Comunión te incorpores de nazareno justo antes del inicio de la Carrera Oficial y al año siguiente ya realices completa la Estación de Penitencia. Recuerdo el momento, pero especialmente recuerdo la sensación previa de responsabilidad por ser capaz de cumplir, de no defraudar a mis mayores que tantas veces me habían advertido que “aquello no era un juego sino algo muy serio”, los nervios de los momentos previos a la salida en San Román y ese sentimiento de plenitud, a pesar del cansancio, al entrar la cofradía.

En Pasión solo he salido de nazareno un año, tenía 17 años, había escuchado muchas veces a mi abuelo hablar de su experiencia junto con otros hermanos antiguos de los Gitanos, saliendo primero de nazareno en Pasión y después en Los Gitanos, por la vinculación que se creó entre ambas Hermandades después de que Los Gitanos tuviéramos que refugiarnos en la Iglesia del Salvador por la lluvia una mañana del Viernes Santo. Esa experiencia la recuerdo como algo único, lleno de contrastes. Desgraciadamente al año siguiente me diagnosticaron diabetes y desde entonces no debería siquiera salir en Los Gitanos, por lo que me es imposible hacerlo en las dos.

 

  1. Que cargos o tareas que ha desempeñado en las hermandades a las que ha pertenecido.

Mi vida cofrade la desarrollo en Los Gitanos y sinceramente creo que mi principal cargo o tarea es precisamente la de participar activamente, de ser un hermano comprometido. Desde muy joven, la Hermandad es parte de mí, es donde me desarrollo y vivo como cristiano y como cofrade. Quienes me conocen saben bien que soy un enamorado de la Hermandad con mayúsculas, que es todo eso que se vive durante los 364 días que no son Madrugada de Viernes Santo. Ese compromiso personal he tenido la oportunidad de desarrollarlo en determinados momentos con algún cargo de responsabilidad, como Presidente del Grupo Joven cuando tenía 16 o 17 años y como Teniente Hermano Mayor durante los ocho años de mandato de Pepe Moreno, pero también he podido hacerlo formando parte de la Comisión de Reforma de Reglas o de Casa de Hermandad en el último mandato de Juan Miguel Ortega Ezpeleta, participando en los cultos, en los cabildos, en definitiva en la vida diaria de la Hermandad.

 

Hablemos de su Sevilla, en general…

  1. ¿Tiene solución los horarios de la Madrugá?

En esta vida todo tiene solución menos la muerte y los horarios de la Madrugada  no iban a ser menos. Claro que tienen solución, tan sencilla o tan difícil como aplicar  el sentido común, que dicen que es el menos común de los sentidos, pero hacerlo con equidad, repartiendo el esfuerzo y el compromiso entre todas las Hermandades.

La Madrugada tiene la particularidad de estar limitada en su tiempo por delante y por detrás. A esta complejidad le unimos que es la jornada con mayor número de nazarenos, lo que ha provocado históricamente el problema de los horarios y el tiempo de paso por carrera oficial. Este problema, hasta la fecha, se ha venido solucionando en un noventa por ciento ampliando la jornada por detrás. En los últimos cuarenta años, hemos pasado de que la Virgen de las Angustias tuviera como horario de salida de la Santa Iglesia Catedral  en torno a las siete de la mañana, a que actualmente lo tenga pasadas las nueve, dos horas más tarde. Los últimos treinta y cinco minutos de atraso en el horario se acordaron en el 2016 con dos requisitos, el primero que sería a modo de prueba por un solo año y  el segundo el compromiso de cumplimiento estricto de los horarios. Ninguno de los dos compromisos se han cumplido.  Esta situación creo sinceramente que es completamente anómala e injusta.

A lo expuesto anteriormente, debemos añadirle un dato a menudo silenciado. La Hermandad de los Gitanos ocupa el último lugar de la jornada, no porque le corresponda por antigüedad, sino por razón de “un bien pastoral” (ocurre también con la Esperanza de Triana). Así está reconocido expresamente en un Decreto del Arzobispado del año 1972, tras el pleito iniciado a instancias de nuestra Hermandad, siendo Hermano Mayor mi abuelo, Manolo Moreno.

Si a todo lo anterior, le añadimos el esfuerzo que la Hermandad de Los Gitanos realiza, comprimiéndose en su camino a la Santa Iglesia Catedral  para dejar paso a la Hermandad del Silencio cuando viene de vuelta en su cruce de Laraña/Orfila, creo sinceramente que el peso de los sacrificios por el bien común de la Madrugada cae  desproporcionadamente en la Hermandad de los Gitanos. Ojo, no digo que el resto de Hermandades no hagan esfuerzos ni sacrificios, pero creo que no hay una mínima equidad en ese reparto.

Por ello, en mi opinión, la solución a los horarios de la Madrugada pasa por adelantar al menos treinta minutos la hora de inicio y final, fijando de esta forma el tiempo total del que dispone la jornada, realizar un reparto equitativo de dicho tiempo entre las distintas Cofradías  y necesariamente establecer consecuencias para las  que no cumplan escrupulosamente ese tiempo de paso. A partir de ahí, cada Hermandad será responsable de adoptar las medidas que crea necesaria para cumplir con su horario.  Cuestión aparte sería si quizás no habría que plantearse hasta cuando debe durar el bien pastoral que realiza la Hermandad de los Gitanos ocupando, sin correspondernos por antigüedad, el último lugar de la jornada.

 

  1. Que cree que hay que apuntalar de la Semana Santa de Sevilla y que hay que empezar a cambiar.

No entiendo la Semana Santa como una semana aislada en el tiempo, sino como una semana que debe ser el culmen de un año, la semana en que nuestras Hermandades culminan su año cofrade haciendo protestación pública de nuestra fe mediante la realización de estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Esa comunión entre Hermandad y Cofradía ha sido un elemento esencial y diferenciador de la Semana Santa de Sevilla, siempre ha existido mayor poder de convocatoria en la cofradía, pero mi percepción es que se está produciendo un peligroso desequilibrio, en el que la cofradía lo ocupa todo o peor aún, dentro de la cofradía el colectivo al que uno se siente vinculado (costalero, músico, diputado, nazareno, acólito…). Es, en mi opinión, el peligroso proceso de vaciar de sentido religioso nuestra Semana Santa y convertirla en un hecho cultural, un espectáculo, una tradición o una afición. La Semana Santa puede tener algo de todo eso, pero su base, su fundamento tiene que ser necesariamente la fe, si me apuras, te diría que nuestra forma singular de vivir, de entender y de expresar nuestra fe dentro de la Iglesia, Por eso  creo que es necesario apuntalar y potenciar a nuestras Hermandades como lugar donde los cofrades vivamos nuestra fe durante todo el año, con nuestras singularidades de las que hemos sido siempre celosos guardadores, con nuestro marcado carácter seglar, como manifestación más auténtica de le fe del pueblo, que nos ha llevado en muchos momentos a ser vanguardia de la Iglesia y que precisamente en un momento como el actual de la sociedad y de nuestra Iglesia, las Hermandades debemos ser herramientas al servicio del Papa Francisco para lograr esa Iglesia que es hospital de campaña, que es familia que acoge.

No podemos conformarnos ni autocomplacernos con superar cada año el récord de nazarenos, o de listas de espera de costaleros, o en lograr la procesión que más personas consigue congregar. Tenemos que proponernos hacerlo en número de hermanos que acuden y participan regularmente en la Hermandad durante todo el año.  Para ello probablemente debamos reflexionar todos, esta situación no creo que sea solo “culpa” del hermano que no participa habitualmente en la Hermandad, también quienes lo hacemos  y sobre todo quienes asumimos en algún momento responsabilidades de gobierno, debemos pensar si no tendemos a cerrar el círculo en nuestro entorno cercano, en los que nos apoyan y nos hace sentir cómodos,  o si dividimos y alejamos con nuestros actos. Creo sinceramente que lo primero que debe sopesar un Hermano Mayor y una Junta de Gobierno a la hora de aprobar una decisión, es si ésta contribuye a unir o desunir la Hermandad. Si desune entonces es necesario preguntarse si la decisión es absolutamente imprescindible para el interés general de la Hermandad, si no lo es y aún así se adopta, entonces se está gobernando para interés particular.

 

  1. Hablemos de las redes sociales. ¿Cómo “se lleva” con ellas? ¿Están influyendo tanto como parece en la realidad de la Semana Santa?

Soy un usuario activo en las redes sociales, que son una realidad de nuestro tiempo y que están influyendo en todo, evidentemente también en la Semana Santa. Como casi todo en la vida, tiene sus cosas buenas y malas, depende del uso que se le dé. Considero que pueden ser una herramienta muy valiosa de comunicación y cercanía, que quizás solo se esté usando en una dirección, como vía de difundir o incluso de “vender” mensajes, pero no como herramienta de comunicación bidireccional entre Hermandad y hermanos. Es evidente que también puede ser mal usada para distorsionar, difundir bulos o generar crispación amparados en el anonimato y debemos adoptar las medidas para evitarlo.

 

  1. Como empresario hotelero, la Semana Santa en Sevilla, ¿cómo influye en la ciudad en general?

Es innegable el elemento de atracción turística que la Semana Santa tiene en la ciudad de Sevilla. Son fechas de enorme afluencia de visitantes a nuestra ciudad, que es abierta y hospitalaria y luce sus mejores galas. Esta realidad creo sinceramente que es positiva para Sevilla y ha existido siempre en mayor o menor medida. El riesgo, en mi opinión, es cruzar la línea roja que hay entre compartir y mostrar nuestra forma de vivir la Semana Santa o tematizar nuestra Semana Santa convirtiéndola en un producto de consumo turístico.

 

  1. Por parte de las instituciones, políticas y eclesiásticas, etc.. , ¿está cuidada la Semana Santa en Sevilla?

Estoy convencido de que todas las instituciones son conocedoras de la relevancia de las Hermandades en general y de la Semana Santa en particular en la vida de la ciudad. Dicho esto, también considero que las Hermandades históricamente hemos sido celosas de nuestra singularidad y nuestra autonomía. Lo hemos sido incluso dentro de la Iglesia, de la que somos parte indisoluble, cuanto más del poder político, cuya sintonía o incluso respeto a nuestras creencias no está asegurado siempre. Habría que decir aquello de “no me quieras tanto y quiéreme mejor” , pues en los últimos año estamos comprobando como cuestiones tales como los aforamientos de calles, realizados en aras a una supuesta seguridad, llegan a provocar la queja de Hermandades que pasan solas por determinadas zonas de su recorrido o acaban generando el “efecto teatro”, por el que desde horas antes, la calle es ocupada por personas que esperan apostadas sentadas en el suelo o sillitas, comiendo, etc. Por ello, considero que haríamos bien en persistir en esa defensa de nuestra autonomía organizativa, sin perjuicio de la necesaria coordinación y cooperación con los administraciones competentes en cuestiones tales como la seguridad, el tráfico, limpieza, etc, pero sin que ello suponga ceder nuestra capacidad de decisión en la organización de la Semana Santa, pues esa cesión de hoy puede ser nuestro gran problema el día de mañana.

 

Algo mucho más personal……

  1. Como ha sido la experiencia en el cargo de Tte. de Hermano Mayor de la Hermandad de Los Gitanos.

Es difícil resumir en pocas palabras estos ocho años como Teniente de Hermano Mayor. Sin duda es un tremendo honor vivido con mucha intensidad y sobre todo con una enorme responsabilidad. He procurado ser fiel a los principios que me han inculcado desde pequeño, principios como el deber de protección de la Hermandad como institución, de respeto a nuestra historia, a nuestras raíces, nuestras familias, nuestros hermanos. Gracias a la confianza plena de mi Hermano Mayor he tenido la oportunidad de asumir grandes responsabilidades, coordinando proyectos tales como el Columbario, la nueva Casa de Hermandad, los estatutos de nuestra Sección Musical, la Reforma de Reglas o el Proyecto del Vacie. Sin duda han existido también sinsabores, malos momentos, decisiones o situaciones difíciles que al fin y al cabo son inherentes a la responsabilidad de gobierno, pero me queda la tranquilidad de, en los aciertos y en los errores, haber hecho en todo momento lo que en conciencia he considerado mejor para la Hermandad de los Gitanos.

 

  1. ¿Cuánto de importante ha sido el paso de D. José Moreno como Hermano Mayor de Los Gitanos y cuanto de importancia tiene la Junta de Gobierno que le ha acompañado?

No creo que sea la persona indicada para valorar eso, no sería objetivo. De Pepe Moreno, como de cualquier Hermano Mayor que termina su mandato, hay que quedarse con lo bueno conseguido, que en su caso es mucho, con su esfuerzo y su dedicación. Pero un Hermano Mayor es la cabeza visible de un proyecto compuesto por muchas más personas, no solo los oficiales de la Junta, en este caso un proyecto que nace años antes incluso de presentarnos como Junta de Gobierno y que tenía unos ambiciosos objetivos en cuanto a revitalizar la vida interna de la Hermandad, potenciar su unidad interna o dar la última palabra a los hermanos en las cuestiones esenciales de la Hermandad. Soy una persona exigente y autocrítica y como parte de ese proyecto, creo sinceramente que en los primeros cuatro años de mandato hicimos importantes avances en estos objetivos, si bien, en mi opinión, no tanto en el segundo mandato, donde perdimos parte de lo avanzado. Cuestión aparte son los proyectos patrimoniales como la Casa de Hermandad o el Columbario, que sin duda se lograron culminar de manera exitosa.

 

  1. ¿Cuánto de Carlos de Paz tiene la nueva Casa de Hermandad de Los Gitanos en Sevilla? Hablemos de ella.

De Carlos de Paz la nueva Casa de Hermandad tiene ocho años de esfuerzo y toda la ilusión de mundo. Tuve la oportunidad de asumir la coordinación de la Comisión que redactó las bases del concurso de proyectos que realizamos, analizar las decenas de proyectos presentados, seleccionar los finalistas sometidos a aprobación del Cabildo General, buscar la mejor financiación posible o tramitar las autorizaciones pertinentes ante la Autoridad Eclesiástica. Pero la nueva Casa de Hermandad tiene igualmente mucho de toda la Junta de Gobierno, con Pepe Moreno a la cabeza, especialmente del equipo de mayordomía,  de Juan Miguel Ortega Ezpeleta, su junta de gobierno y los hermanos que colaboraron en el desarrollo urbanístico de lo terrenos, de la Señora Duquesa o de los hermanos que formaron parte de la comisión de Casa de Hermandad. En definitiva, la nueva Casa de Hermandad es el paradigma de proyecto que demuestra que cuando trabajamos unidos, cuando nos sumamos y no nos dividimos, somos capaces de conseguir lo que nos propongamos como Hermandad. Pero lo más difícil y lo más importante no ha sido construirla, lo esencial es llenarla de vida, de hermanos, de auténtica HERMANDAD, con mayúsculas, porque si no, todo el esfuerzo habrá sido baldío. Ese es el auténtico reto que tenemos como Corporación.

 

  1. ¿Veremos algún día el nombre de Carlos de Paz encabezando una lista a la Junta de Gobierno de Los Gitanos?

Como decía anteriormente, soy un enamorado de la Hermandad de los Gitanos. Por eso, donde he estado, estoy y estaré siempre, será participando y colaborando con mi Hermandad los 365 días del año. Personalmente no tengo ninguna apetencia de encabezar ni formar parte de ninguna Junta de Gobierno, como dije en el comunicado mediante el que anuncié la retirada de mi candidatura en las pasadas elecciones, en los principios que me han inculcado desde pequeño, ser Hermano Mayor no es un fin en si mismo sino un instrumento, una responsabilidad. Cuando uno está enamorado de algo o alguien, hace lo que en cada momento crea que es mejor para lo que amas.  Por ello, porque creía sinceramente que someter a nuestra Hermandad en aquel momento a unas elecciones con más de una candidatura era volver a romperla y dividirla, no dudé en retirar mi candidatura. Desgraciadamente, creo que el tiempo me ha dado la razón. Por ese mismo motivo, si en algún momento, algún día, estoy convencido que debo presentar mi candidatura como Hermano Mayor, que es bueno para la Hermandad de los Gitanos, no dudaré en hacerlo.

 

  1. Madrugá, Sevilla, Hermandad de Los Gitanos formada en Cofradía, ¿donde la debemos ver; un par de sitios?

El Señor por la Cuesta del Bacalao y la Virgen de las Angustias por la Cuesta del Rosario. La cofradía entera por la Plaza de San Pedro y personalmente me gustaría volver a verla de regreso por Calle Sol y San Román, aunque hace años que no pasamos. Pero si te confieso un sueño, es ver al Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias, de forma extraordinaria, cruzar una vez en la vida el Puente de Triana para visitar el arrabal que nos vio nacer como Hermandad y donde se guarda una parte de la esencia de la que se alimentan nuestras raíces.

Para nuestros seguidores en Madrid.

  1. Sabemos que usted conoce la Hermandad de Los Gitanos de Madrid. ¿Cuál es la percepción  que tiene usted  de esta? y ¿cómo cree que la ven o la conocen el resto los integrantes de la Hermandad de Los Gitanos de Sevilla?  

Tuve la suerte de participar en el acto de fundación de la Hermandad de los Gitanos de Madrid, en ese momento yo era Presidente del Grupo Joven de la Hermandad y asistí como invitado. Le tengo un enorme cariño a la Hermandad y personalmente cada vez que viajo, me gusta visitar y rezar a vuestras Sagradas Imágenes, tanto antes al Monasterio de los Jerónimos como ahora en la Iglesia del Carmen.  Estoy convencido de que ese cariño es común en el resto de los hermanos de la Hermandad de Sevilla y también de que habría que buscar las vías para que la relación mutua fuera más intensa.

Muchas Gracias Carlos.

 

Compartir en:
error: Los contenidos de este portal web están registrados por su autor y protegidos por la ley. Queda prohibida su descarga, sin la autorización de su legítimo propietario.