ENTREVISTA A JOSÉ MANUEL MORENA por Ignacio de Castro (2/3)

  Hoy publicamos la segunda parte de la interesantísima entrevista que ha realizado Ignacio de Castro a D. José Manuel Morena Muñoz, Hermano Mayor de la Hermandad del Silencio y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Fe, Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de los Desamparados.

  Ayer afrontamos cuestiones relativas a su faceta como costalero y capataz, hoy nos adentramos en la actualidad de la Hermandad del Silencio.

  La primera parte de la entrevista se puede ver clicando en:

ENTREVISTA A JOSÉ MANUEL MORENA realizada por Ignacio de Castro (1/3)

 Primera parte: Cofrade, Costalero y Capataz

 

 


 

 

“En cualquier caso, sin duda hay que reconocerles —especialmente a mi tío— el sostenimiento de una hermandad durante los años más complejos, principalmente durante las dos últimas décadas del siglo pasado.”

Sobre la A.M. La Cena “Y quién sabe si en el futuro volverán a cruzarse nuestros caminos…”

“Potenciar las labores de acción social y caridad ha sido desde el primer momento uno de los principales objetivos contemplados en el proyecto de la actual Junta de Gobierno.”

“Sería feliz si hubiera una alternativa de garantías para una próxima legislatura”

“La próxima mejora que se va a intentar acometer en la iglesia es el acondicionamiento de un espacio que hasta la fecha consideramos desaprovechado y que nos permitiría, entre otras cosas, mantener el paso montado”

 

Entrevista a D. José Manuel Morena Muñoz realizada por Ignacio de Castro (2/3)

Segunda parte: La Hermandad del Silencio

 

P.17 Es obligada: hablemos del legado de tu padre, de tu tío.

Cuando uno ha conocido algo durante muchos años, una forma de obrar, de actuar… es difícil romper con ello; da vértigo, algo de miedo, puede abrumar una mal entendida responsabilidad de mantener el legado recibido… Y es lo que pudo pasarles a ellos en su momento con respecto al pasado de esta Hermandad; como consecuencia del respeto que profesaban a Don Fernando. Más bien en lo que a la Cofradía se refiere.

De ahí que los cambios que se pudieron dar en su momento respecto a la estética de la Cofradía fueran mínimos y, en todo caso, tratando de no romper en demasía con lo que habían conocido antaño. Cambios que a mí, particularmente, nunca me convencieron completamente, que en cierto modo ofrecían una imagen de «quiero y no puedo», al no suponer un proceso de cambio que necesariamente requería una ruptura a mi entender más drástica. Y no me refiero únicamente desde una perspectiva estética, que también…

En un momento determinado, en el que probablemente la Semana Santa madrileña estaba en un proceso de declive importante, surgieron hermandades que supieron aprovechar la necesidad que la gente tenía de cofradías; hermandades como «Estudiantes» o «Gitanos», que con mucha menos historia están plenamente consolidadas y son referente indiscutible de nuestra Semana Santa. Quizá esta Hermandad debió aprovechar precisamente aquel momento para afrontar un cambio, las circunstancias de aquel tiempo para, a través de ese cambio, crecer. Pero no olvidemos que en ocasiones es mucho más complejo cambiar algo con décadas de historia que crear algo nuevo…
Sí es cierto que se trataron de cambiar determinados aspectos, si bien, como decía, a mi entender siguiendo una línea no del todo acertada, cuando lo que se requerían eran unos cambios más acusados.

En cualquier caso, sin duda hay que reconocerles —especialmente a mi tío— el sostenimiento de una hermandad durante los años más complejos, principalmente durante las dos últimas décadas del siglo pasado. Una hermandad que estaba condenada a extinguirse, entre otras cosas, por ser presa de su propio pasado, por mantener una naturaleza ya no acorde a los nuevos tiempos, y en todo caso insostenible desde el punto de vista de gestión y organización (la nómina de hermanos al uso antaño no existía; de hecho, es bastante «reciente»).

También, participar de un proceso de unión de todas las hermandades —bastante dispersas por aquel entonces— en torno a una mesa común. Con gente como Javier Padierna (q.e.p.d.), Francisco Javier Ruiz, Luis García, Ramón Salazar…, y con el apoyo del Rvdo. P. D. Francisco A. Martínez Domínguez, juntos dieron forma a un Consejo de Hermandades y Cofradías —algo inexistente desde que la Comisión Organizadora de la Semana Santa de Cruzados de la Fe había dejado de ejercer como tal—, que cuando menos conseguía reunir a las hermandades varias veces durante el año para poner en común determinados aspectos y que incluso empezó a organizar eventos conjuntos, como, por ejemplo, el pregón del Consejo, que se celebró durante algunos años (también las ofrendas florales entre las cofradías el día de la salida vienen de aquellos tiempos).

Aunque, sin lugar a dudas, su legado más significativo es el de nuestra sede, la Iglesia del Santísimo Cristo de la Fe. La valentía de tomar la decisión de trasladarse a ella cuando era un espacio literalmente en ruinas, los recursos (también personales) destinados a su rehabilitación… La verdad es que me llena de orgullo cuando veo a tantos hermanos —de nuestra Hermandad o de otras— y a tanto público disfrutando, de un modo u otro, de ese espacio.

De ahí que dediquemos tanto esfuerzo a su sostenimiento, pese a las dificultades que ello entraña con lo limitado de los recursos con los que contamos. Arreglos como los del altar mayor o la capilla —en los que tanto ha tenido que ver el increíble equipo de Priostía que tiene esta Hermandad— son grandes logros de los que nos sentimos especialmente orgullosos.

Y confiamos en poder seguir acometiendo más proyectos como esos…

 

P.18 La Hermandad del Silencio ha ido modificando estos años el recorrido. Cuéntanos las motivaciones y si veremos nuevos cambios.

Durante un tiempo se consideró que esta Hermandad, que al final se ha transformado en una hermandad digamos «de barrio», no debía salir más allá de las calles que rodean a su sede. Y así se estuvo haciendo durante algunos años, si bien la Junta de Gobierno actual llevaba en su proyecto, junto con el cambio del paso de Misterio con la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, una ampliación del recorrido.

La razón principal era retomar el paso de la Cofradía por la puerta del Sol, en clara referencia a su pasado, por cuanto este punto tuvo gran trascendencia histórica al ser el lugar en el que durante décadas confluían todas las cofradías que participaban en el cortejo de la magna Procesión del Silencio organizada por la Hermandad de Cruzados de la Fe. No obstante, también se ha pretendido tomarle el pulso a la posibilidad de realizar una Estación de Penitencia más al uso, otorgándole pleno sentido a la salida procesional de la Cofradía. A tal efecto se valoró ya hace años el que esta se produjera en el convento de San Ildefonso, si bien las M.M. Trinitarias ya nos trasladaron antaño la imposibilidad de abrir las puertas del convento tan tarde (sí entonan un canto desde las celosías al paso de la Cofradía). Es por ello que se venían barruntando algunas opciones en tal sentido, que en cualquier caso no sé si finalmente llegarán a materializarse.

Por el momento únicamente hemos podido realizar el itinerario completo un año, y la experiencia fue positiva, pues se pudo completar en un margen muy razonable, ampliando únicamente en media hora el tiempo en que hasta la fecha se venía realizando, pese a ser una ampliación considerable en términos de distancia.

Teníamos en cualquier caso la referencia de la salida extraordinaria del LXXV Aniversario Fundacional, con un itinerario bastante largo que se realizó en menos de seis horas.

 

 

P.19 Para huir de especulaciones y comentarios. Este año tienen una nueva agrupación musical tras el Señor del Perdón. Explíquenos qué motivó el cambio y valore el revuelo formado a partir de esta decisión.

Soy ajeno a esas «especulaciones» y «revuelo» que mencionáis, la verdad; y si realmente se ha producido, no habrá sido porque se haya actuado de modo inconveniente por nuestra parte. Sí es cierto que desde la Hermandad se emitió un segundo comunicado relativo a esta decisión, pero únicamente para aclarar determinados rumores que a la Junta de Gobierno le estaban llegando al respecto de esta decisión; comentarios vertidos fuera del entorno de la Hermandad y por gente ajena a la misma pero que sin duda podían acabar llegando a perjudicar la imagen, no solo ya de la Hermandad, sino también de la propia Agrupación.

Como ya se indicó en su momento, la Hermandad adoptó esta decisión principalmente atendiendo a un cambio en la política de asignación de los recursos de que dispone para hacer frente a su actividad, a las necesidades que se derivaban de la misma y dadas las circunstancias en las que en la actualidad se encuentra. Y es que, como igualmente se trasladó, la Hermandad venía destinando un 70% de los ingresos por cuotas de Hermanos al pago de la Agrupación, algo insostenible, que raramente se produce en ninguna otra Corporación de España y que, en todo caso, supone un enorme esfuerzo que limitaba muy mucho la actividad de la Hermandad; más aún teniendo en cuenta los distintos proyectos a los que esta viene haciendo frente o el hecho de que, por ejemplo, cuente con una sede propia que en la actualidad requiere destinar a su mantenimiento más del 60% de los ingresos por cuotas de Hermanos.

De igual modo, mantener esa estructura de costes habría imposibilitado que la Hermandad pudiera hacer frente a necesidades patrimoniales que requería cubrir y para las que había que destinar una cantidad de recursos considerable, recursos con los que no se contaba. Por ejemplo, de haber mantenido a la Agrupación, habría sido del todo inviable afrontar el proyecto de la imagen secundaria del centurión romano para el paso de Misterio; o el arreglo de la capilla; o seguir aumentando la cantidad destinada a caridad y acción social; o dotar recursos para el taller de bordado…

Por otra parte, ciertamente pudieron existir otras motivaciones «secundarias» (pero que en ningún caso hubieran justificado por sí solas el cambio), como el hecho de considerar que la evolución estética que la puesta de la Cofradía en la calle viene suponiendo precisaba de otro repertorio musical distinto.

Asimismo, quiero aprovechar para aclarar un par de cuestiones, pues si bien me considero una persona discreta y respetuosa con la intimidad, una cosa es eso y otra muy distinta permitir que se viertan opiniones que puedan perjudicar a la Hermandad que humildemente represento (como me consta que así ha sido en determinados foros): en primer lugar, que la Hermandad lo primero que hizo fue poner en común su decisión con la Junta Directiva de La Cena, sin haber firmado contrato, pre contrato, acuerdo… alguno con ninguna otra banda o agrupación antes de ello, atendiendo al buen hacer y a la relación que venía uniendo a la Hermandad y a la Agrupación desde hacía tantos años y que exigía el mayor de los respetos y afectos a la hora de afrontar la citada decisión.

Y, por otro lado, que en ningún momento desde la Agrupación se mostró interés alguno por tratar de buscar posibles opciones para mantener la vinculación para el Viernes Santo; ninguna propuesta alternativa, ningún intento de ver si se podía llegar a algún tipo de acuerdo… Nada…

Dicho lo cual, particularmente creo que La Cena hace ya algún tiempo que se encuentra en un periodo de transición, de cambio de ciclo. Esto no tiene por qué ser necesariamente malo, pero en cualquier caso sí tiene —o acabará por tener— consecuencias, lógicamente.

Por nuestra parte, y como no podía ser de otro modo, desde nuestra Hermandad no podemos sino desearle lo mejor a esa muy querida agrupación que es La Cena, desde el cariño y el profundo agradecimiento que siempre les tendremos, dada la fuerte vinculación mantenida a lo largo de más de cinco lustros.

Y quién sabe si en el futuro volverán a cruzarse nuestros caminos…

Por último, quisiera hacer mención, aunque no sea lo que estrictamente nos ocupa en esta pregunta, a la Agrupación Musical El Perdón, por el comportamiento que ha venido mostrando en todo momento y por la enorme colaboración que viene prestando a la Hermandad desde el principio; todo ello teniendo en cuenta que no ha sido fácil tener que asumir un rol que hasta la fecha —y durante tanto tiempo— venía asumiendo una agrupación como La Cena. Y visto lo visto, estoy seguro de que lo mejor está aún por venir…

 

P.20 Hemos sido testigos en estos últimos tiempos de una rehabilitación constante de la Sede de la Hermandad y de su patrimonio. Explíquenos el proceso y qué nuevas actuaciones se van a acometer.

Contar con sede propia es sin duda una ventaja, si bien requiere una dedicación extrema tanto en tiempo como en recursos (y aquí me remito a lo comentado anteriormente respecto al cambio del acompañamiento musical).

Efectivamente, en estos tres años hemos acometido algunas mejoras en la sede; la primera que se llevó a cabo fue acondicionar la Casa de Hermandad, dotando también de espacios a Secretaría y al taller de bordado. Aunque las más significativas (por lo llamativo), han sido la del altar mayor y la del acondicionamiento de la capilla, que estaba profundamente deteriorada y que aún a día de hoy requiere de un mantenimiento continuo como consecuencia de las obras que se están desarrollando en la Sociedad Cervantina y que están trayendo como consecuencia, principalmente, que vuelvan a salir humedades, algo que no está en nuestra mano solventar.

De igual modo, se procedió a formalizar con una empresa de ingeniería especializada un contrato para el suministro, puesta a punto y mantenimiento de un completo sistema de señalización y de extintores, acorde a la legislación vigente —inexistente hasta la fecha—, complementando así el seguro de responsabilidad civil con el que ya se contaba.

En términos de patrimonio (que no sean relativos a la sede), se restauraron unos antiguos candeleros de cultos, se adquirieron cinco varas de Presidencia, se ha hecho la primera imagen secundaria del proyecto de paso de Misterio, y se ha concluido el nuevo estandarte («bacalao») de la Hermandad, realizado íntegramente en el taller de bordado propio sobre un diseño realizado por N.H. Adrián López Álvarez. Y se adquirieron, asimismo, cuatro candelabros de guardabrisa a la Devota y Venerable Hermandad y Esclavitud del Bendito Patriarca Señor San José, de la localidad gaditana de San Fernando.

Y, quizá, la actuación más relevante ha sido la intervención realizada en la Imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón por el prestigioso restaurador D. Raimundo Cruz Solís y su equipo, con limpieza general de la capa pictórica —muy oscurecida por la suciedad acumulada durante años—, que ha permitido recuperar la policromía original, descubriendo veladuras y matices de color que permanecían ocultos y que ahora se pueden apreciar con claridad, y gracias a lo cual el modelado de la anatomía realizado por González Gil ha ganado en definición, apreciándose un tratamiento de la musculatura muy detallado y realista, que hasta la fecha no se apreciaba en su justa medida. Se actuó asimismo en el sellado de las grietas que presentaba la talla.

 

 

Trabajo quedaría muchísimo; solo el espacio de Sacristía requeriría una gran intervención. Ya se eliminaron algunos elementos que permitieron reorganizarla, y hay en mente un medio proyecto de rehabilitación para un mejor uso, aunque será difícil que pueda ejecutarse a corto plazo.

Por el momento, la próxima mejora que se va a intentar acometer en la iglesia es el acondicionamiento de un espacio que hasta la fecha consideramos desaprovechado y que nos permitiría, entre otras cosas, mantener el paso montado y guardado en condiciones.

Todo ello cuando finalicen los trabajos de arreglo de la espadaña de la fachada, que nuevamente hay que acometer, pese a que hará unos siete años que la misma fue arreglada (la empresa que realizó los trabajos en su momento ha desaparecido, por lo que no hemos tenido posibilidad de realizar reclamación alguna).

Por su parte, el taller de bordado ya trabaja en unos broches para los faldones del paso y en una saya para la Virgen.

Nos gustaría, asimismo, poder abordar una nueva imagen secundaria para el paso de Misterio, así como restaurar unos faroles antiguos y, principalmente, poder realizar los faroles de Cruz de Guía que asimismo diseñó en su momento N.H. Adrián López Álvarez. No obstante, estos proyectos igualmente resultarán complicados de acometer a corto plazo dados los recursos que requerirían.

Demasiados frentes abiertos…

Lo que en cualquier caso evidencia todo esto es el enorme compromiso de los Hermanos, sin el cual no sería posible estar llevando a cabo todos estos proyectos. Que una Hermandad como esta, con sede propia y con una Nómina de Hermanos tan reducida comparada con otras, esté realizando todo lo que está realizando pone de manifiesto dos cosas fundamentales: por un lado, que con esfuerzo y ciertas dosis de rigor y criterio se pueden acometer proyectos de calidad; por otro, que la prioridad no ha de ser poner en la calle pasos con imágenes de cualquier manera, a toda costa, lo antes posible y/o «cada dos por tres», sin respetar esos mínimos que debe cumplir una hermandad, muy especialmente cuando se está realizando la estación de penitencia.

Si nos saltamos a la torera normas básicas que las cofradías deberían respetar en su principal culto público, como de hecho está sucediendo en algunas estaciones de penitencia sin que a nadie le importe ni se haga nada al respecto, flaco favor le estamos haciendo a nuestra Semana Santa. Y es una Semana Santa que costó mucho, muchísimo mantener y luego revitalizar…

 

P.21 Háblanos de la labor caritativa de la Hermandad.

Potenciar las labores de acción social y caridad ha sido desde el primer momento uno de los principales objetivos contemplados en el proyecto de la actual Junta de Gobierno, pues hasta la fecha era este un aspecto bastante residual, pese a constituir uno de los pilares básicos de la razón de ser de nuestra Corporación (y de todas las hermandades penitenciales en general) y un objetivo primordial al que nos emplazan las Reglas.

Y efectivamente, así está siendo. No en vano, la anteriormente mencionada nueva política de reasignación de recursos que se está llevando a cabo ha permitido aumentar  significativamente la partida destinada a labores de Caridad y Acción Social; concretamente, se han incrementado en torno al 550% —el porcentaje es este, sí— los recursos destinados a esta labor conforme a los que se venían destinando anteriormente.

Hasta la fecha, amén de las ayudas destinadas a algunos Hermanos que se encontraban en circunstancias difíciles (con problemas, por ejemplo, para pagar el alquiler), y a algunas acciones llevadas a cabo en momentos concretos por algún miembro de la Junta de Gobierno (como llevar comida caliente en épocas de frío a gente que «vive» en la calle), la Hermandad ha colaborado en proyectos de distintas asociaciones y/o fundaciones.

Entre otras colaboraciones, podría destacarse la llevada a cabo con la Fundación Niños de Guarataro, que desarrolla su actividad en Honduras —uno de los países más peligrosos del mundo y en el que a la de por sí complicada situación de pobreza se une la utilización violenta de los niños por parte de las maras para el tráfico de drogas—, centrada en la alimentación, la educación y la sanidad, siendo que con el desempeño de su labor social se persigue mejorar la vida y conseguir un futuro mejor para niños y jóvenes, para sus familias y comunidades. Pues bien, la Hermandad financió la adquisición de una multivitamina con hierro que han de tomar un 75% de los niños de la Fundación como parte de un tratamiento médico prescrito por pediatras.

Igualmente es destacable la contribución de la Hermandad al proyecto desarrollado por la Asociación de Desarrollo e Intervención ABRAZO en el Centro Educacional del Menor Orcasitas-San Fermín, en colaboración con la parroquia Madre del Buen Pastor, centrado en intervenciones de psicomotricidad relacional para cubrir las necesidades específicas de la población infantil atendida en dicho Centro, en el que se trabaja con niños que proceden de familias con poca o ninguna imbricación social (en muchos casos por lejanía de sus países de origen), con una situación desestructurada entre los componentes de la unidad familiar, con poca atención en el ámbito doméstico, con necesidades económicas urgentes, con situaciones de afectividad alterada, escaso desarrollo de capacidades por insuficiente presencia del adulto, inadecuada conectividad social, inseguridad en sus referencias, baja autoestima, desconocimiento de límites, poca o ninguna perspectiva de sus propios logros… En este caso, la Hermandad procedió a financiar una serie de intervenciones de atención psicomotriz.

También organizamos en nuestra sede, en colaboración con Cruz Roja, una campaña de donación de sangre, que muy probablemente se repetirá en próximas fechas dado el éxito de la anterior. E igualmente, desde que esta Junta de Gobierno inició su legislatura, la Hermandad ha venido colaborando activamente en la Gran Recogida que el Banco de Alimentos de Madrid organiza cada año.

Asimismo, el primer año de legislatura el Grupo Joven coordinó una recogida solidaria de juguetes que inicialmente se iban a llevar a niños enfermos que se encontraban ingresados en el hospital universitario La Paz, si bien finalmente se optó por colaborar con la parroquia de San Juan de Dios, del Barrio de la Uva de Vallecas, más necesitada en este sentido, a la que llevamos a SS.MM. los Reyes Magos para que entregaran los juguetes obtenidos en la citada recogida solidaria.

Todo esto se ha unido a la colaboración que mantenemos con la Fundación PLAN Internacional, que trabaja con niños, familias y comunidades para evitar cualquier tipo de abuso infantil, sensibilizándoles sobre el derecho a la protección de los niños y las niñas; una colaboración que se estableció en el año 2013, cuando se decidió iniciarla haciéndola coincidir con la bendición de María Santísima de los Desamparados, como parte de la conmemoración de su llegada a la Hermandad.

En el momento en que se escriben estas líneas acabamos de plasmar un nuevo acuerdo de colaboración, en este caso con la Fundación Educo, que dedica su actividad a proteger a la infancia frente a cualquier forma de vulneración de sus derechos, trabajando para que los niños disfruten de un entorno saludable y libre de cualquier forma de violencia, abuso, explotación, negligencia o discriminación. En este caso concreto, colaboramos con el proyecto Becas Comedor Verano, gracias al cual niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión social pueden asistir a actividades donde les aseguran, al menos, un plato de comida al día.

Igualmente, de cara al próximo ejercicio, ya se ha llegado a un acuerdo con la Fundación Unoentrecienmil, que dedica todos los beneficios de sus actividades a un proyecto anual de investigación contra la leucemia infantil, una enfermedad que supone el 30% del cáncer en niños.

 

 

P.22 Otra decisión que usted tomó cuando se puso al frente de la Hermandad, es cambiar al paso de misterio, ¿puede explicarnos qué le lleva a realizar este cambio?, ¿se entendió en el seno de la hermandad?

¿Cómo que yo tomé? Yo no tomé ninguna decisión. La decisión fue adoptada por votación de los hermanos reunidos en el cabildo general correspondiente, ¡faltaría más!

Concretamente, el 19 de junio de 2016, la Junta de Gobierno entrante presentaba en Cabildo General de Hermanos, para su aprobación, una de las propuestas que se incluían en su proyecto de legislatura: procesionar el Viernes Santo con la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón. Y así fue aprobado por prácticamente la mayoría absoluta de los asistentes (creo recordar que no hubo ni un solo voto en contra, y únicamente una abstención).

Conviene aclarar, por si acaso, que esta decisión era en todo caso plenamente compatible con cuanto disponen las Reglas de la Corporación —por cuanto Nuestro Padre Jesús del Perdón es asimismo Sagrada Imagen Titular de la Hermandad; sin olvidar que se trata de una Imagen que procesionó ininterrumpidamente durante más de cincuenta años y hasta fechas «recientes», llegando incluso a protagonizar el cartel anunciador que esta Hermandad editara en la Semana Santa del año 1999—, amén de acorde a su espíritu fundacional y a la naturaleza de la labor que esta pretendió desempeñar durante décadas en el ámbito de la religiosidad popular. No en vano, y en este sentido, establecían los estatutos fundacionales como finalidad la de «promover en el pueblo madrileño la devoción a la sacratísima Pasión de nuestro Redentor», para lo cual esta Hermandad centraba antaño gran parte de sus esfuerzos en la organización de diferentes desfiles procesionales en los que se pretendía recoger en imágenes «toda» la Pasión de Nuestro Señor.

Por lo tanto, esta decisión respetaba dicha esencia de «promoción de la devoción a la Pasión del Señor», siendo precisamente esta línea de actuación la que pretendía ser asumida por la Junta de Gobierno, en la medida en que, con ella, la Hermandad venía a brindar a la Semana Santa madrileña la posibilidad de contar con otro pasaje de la Pasión hasta la fecha inexistente, como hiciera en épocas pasadas, retomando en cierto modo el objetivo de aquella magna Procesión del Silencio, otorgando de un mayor sentido y enjundia al conjunto de las cofradías de la diócesis y, por ende, a una Semana Santa que en ese momento contaba ya con tres imágenes del Señor crucificado, dos del Señor camino del Calvario, tres vinculadas al momento de la Sentencia y una al de la Entrada en Jerusalén.

Al final, lo único que se pretende en todo momento con cada decisión adoptada es buscar el engrandecimiento de la Hermandad a mayor gloria de sus Titulares, tratando de restituirla al lugar que, creemos, por historia le corresponde, buscando asentar los cimientos que permitan consolidarla y perpetuarla en años venideros como el importante legado que ha de constituir para los que vengan; para aquellos que en el futuro nos sucedan.

Dicho lo cual, sin duda influyeron varias cuestiones en el cambio; desde el riesgo de la actuación que requería tanto la salida como la entrada con el paso del Santísimo Cristo de la Fe (y que estuvo cerca de producir una desgracia en la salida del año 2015), pasando por lo antiestético y poco digno de dichos momentos (especialmente para la Sagrada Imagen)… También, lógicamente, el convencimiento de que una modificación estética de la Cofradía en la calle en tal sentido podría resultar beneficiosa para la Hermandad, y el ya mencionado hecho de aportar al conjunto de nuestra Semana Santa un pasaje de la Pasión inexistente.

Y sí, indudablemente se entendió este cambio en el seno de la Hermandad. De lo contrario, no habría sido aprobado y, por tanto, no podría haber sido acometido. Aunque, evidentemente, cada uno tendrá su opinión al respecto, opiniones que sin duda serán variadas. Como se dice, «nunca llueve a gusto de todos»…

Lo que en cualquier caso está claro es que todas las opiniones son respetables, y que a tal efecto, los cabildos de hermanos son los foros en los que todo el mundo puede expresarse libremente y donde corresponde hacerlo; para eso están, entre otras cosas. Y no debemos olvidar que igualmente hay libertad para concurrir a un cabildo de elecciones con un proyecto que presentar a los hermanos —proyecto que debiera perseguir lo que se considera mejor para la hermandad, siempre desde una vocación de servicio a esta—; que cualquier hermano es libre de hacerlo…

 

 

P.23 ¿Qué nuevas mejoras se tiene previsto para el paso de misterio del Señor del Perdón tras la incorporación del Centurión?

La intención es continuar con el proyecto de imágenes secundarias presentado por D. Juan Manuel Montaño, si bien habrá que ver la disponibilidad de recursos con los que podremos contar.

Asimismo, canasto y respiraderos contemplaron en su diseño espacios para ser cubiertos con cartelas (hasta el momento únicamente se pudo abordar la factura de dos para el frontal del canasto), así como cuatro capillas en las esquinas que igualmente correspondería ocupar (una de las opciones valoradas es la de emplear en ello imágenes de santos dominicos, dados los orígenes de la Hermandad). Todo ello, claro está, se abordaría en su momento una vez resueltas otras prioridades.

Es posible, en cualquier caso, que próximamente se aborde el dorado de los candelabros; al menos en parte.

Como ya digo, hay muchos frentes abiertos, por lo que habrá que valorar todo en su justa medida…

También sería nuestro deseo ampliar las dimensiones del paso, pero en este caso estamos condicionados por la puerta del templo, y pese a haber valorado distintas opciones, poco margen —por no decir nulo— tenemos en este sentido (precisamente es atendiendo a esta circunstancia que el paso en su momento se hiciera en estas dimensiones).

 

P.24 ¿Cuándo veremos a María Santísima de los Desamparados en un paso de Palio?

Sin duda es este un anhelo de muchos, pero utópico a día de hoy por múltiples motivos.

El primero de ellos y fundamental es la necesidad de contar con un cortejo mínimo. Entendemos que no tiene sentido alguno procesionar con dos pasos cuando el cortejo de nazarenos es del todo insuficiente. Para nosotros, matices como estos, que igual hay para quienes carecen de importancia, nos parecen imprescindibles.

La estación de penitencia es un acto público, la verdadera razón de ser de las hermandades de penitencia en su vertiente de cofradía (amén del resto de actividades que desarrollan a lo largo del año, que en cualquier caso pueden llevarse a cabo sin necesidad de ser una corporación nazarena). Y en dicho culto público creemos que hay que respetar esos mínimos a los que antes hacía referencia y que en todo caso debe cumplir una cofradía cuando se pone en la calle. En este sentido, procuramos ser todo lo meticulosos que podemos (aunque seguro que habrá cosas en las que meteremos la pata).

Sin duda existen otros condicionantes que dificultan el poder afrontar ese proyecto de palio; entre otros, cómo no, el económico. No obstante, creo que si hay algo que ha demostrado esta Hermandad es que es capaz de hacer grandes cosas que en ocasiones a priori podrían parecer imposibles de afrontar…

En cualquier caso, en la misma línea de lo que comentaba, antes de iniciar otro proyecto de ese estilo entendemos que primero hay que tratar de terminar mínimamente el proyecto del paso del Señor; lograr completarlo, pues aunque puedan quedar para más adelante otros aspectos digamos más secundarios, desde un primer momento hemos querido sacar UN PASO. Nunca hemos contemplado opciones como las de estructuras de madera sin más adaptadas para que sirvan como paso procesional; nunca hemos creído que ese deba ser el camino. Es preferible ir despacio, poco a poco, pero aportando a la Hermandad patrimonio con un mínimo de calidad y que perdure en el tiempo (no debiéramos olvidar el componente artístico que también representan —o debieran representar— las cofradías), que «jugar a los pasitos».

O adquirir otros enseres, que hacen falta…

Es la forma en que esta Junta de Gobierno entiende que hay que trabajar. No comulgaría con afrontar nuevos proyectos mientras se ponen en la calle otros tantos de cualquier manera y sin cumplir esos mínimos que antes mencionaba.

 

P.25 ¿Está siendo satisfactoria la experiencia como Hermano Mayor? ¿Como para repetir en el cargo en la próxima legislatura?

Satisfecho estoy en la medida en que se están desarrollando actuaciones y proyectos que están sirviendo tanto para «engrandecer» a la Corporación, para renovarla y mejorarla, como para mejorar la vocación de servicio a los demás que ha de estar siempre presente en su actividad. Algo que en todo caso se está logrando gracias al magnífico y comprometido grupo humano que conforma la Junta de Gobierno y al compromiso de todos los Hermanos.

Personalmente, me parece un dato a resaltar que a día de hoy, y desde que se iniciara la legislatura, han sido 43 las personas que han entrado a formar parte de la Nómina de Hermanos, una cifra que si bien puede resultar irrelevante comparada con las altas que pueda haber en otras hermandades, en el caso de la nuestra es enormemente significativa, en comparación con cifras de periodos anteriores. Y en todas las entrevistas previas realizadas por el Fiscal, la mayoría de los nuevos Hermanos han trasladado que habían decidido entrar a formar parte de la Hermandad tras haber visto a la Cofradía en la calle, ya sea en directo o a través de vídeos. En otros casos, tras haber entrado en la iglesia en varias ocasiones, conocer de nuestra existencia y sentirse de algún modo llamados por lo que han sentido al estar en ella. Motivos ambos, en cualquier caso, que han de hacernos sentir satisfechos con la labor que venimos llevando a cabo (siempre susceptible de mejora, claro está).

Dicho esto, sería feliz si hubiera una alternativa de garantías para una próxima legislatura que a mí me permitiera quitarme de en medio; de corazón lo digo (y quien me conoce, sabe que no miento)… Son muchos años expuesto públicamente para alguien que no se siente cómodo con ese protagonismo, ya sea al martillo o en primera línea de gestión.

Veremos…

 

 

Mañana jueves 4 de julio, a las 10:00am, tercera y última parte  «Madrid, su Semana Santa» y «En lo personal, en profundidad»

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