
“Un niño que acompaña a sus padres en actos, cultos, actividades…, de manera que la vida de hermandad pasa a ser una parte más de su vida en general.”
“En mi Hermandad he hecho de todo, la verdad. He trabajado en tareas de Priostía, Secretaría, Mayordomía, Acción Social…”
“Y no ha de olvidarse nunca que las cofradías pueden salir a la calle sin costaleros, pero no sin nazarenos. Ahí lo dejo…”
Entrevista a D. José Manuel Morena Muñoz realizada por Ignacio de Castro

Primera parte: Cofrade, Costalero y Capataz.
P.1 Preséntese, nombre completo, edad, lugar fecha de nacimiento.
- José Manuel Morena Muñoz.
- 43 años.
- 21 de febrero de 1976. Madrid
P.2 ¿Cómo llega al mundo devocional de la Semana Santa a través de las hermandades penitenciales?
Por herencia familiar. Mi padre y mi tío, en su juventud, entran a formar parte de la nómina de una pequeña hermandad de barrio, el suyo, con sede canónica en la parroquia de Santa María la Mayor, sita en la calle de Villaamil.
Era una de las cofradías que participaban en la magna Procesión del Silencio, organizada por la Hermandad de Cruzados de la Fe (que no era una hermandad al uso, sino que ejercía su actividad a través de la Comisión Organizadora de la Semana Santa; una especie de consejo de hermandades), en cuyo cortejo se integraban en la puerta del Sol, a la que se llegaban partiendo desde su sede y recorriendo las calles de Bravo Murillo, Fuencarral y Montera.
Con el devenir de los años, y por circunstancias que no vienen al caso, aquella hermandad de barrio se extingue, siendo que parte de sus hermanos se presentan ante Don Fernando Rodríguez de Rivera para trasladarle tal circunstancia. Este les invita a incorporarse a la Cofradía del Silencio del Santísimo Cristo de la Fe, integrada en la Hermandad de Cruzados de la Fe (he aquí la justificación de esa referencia al «Silencio» en la denominación actual de la Hermandad), pasando desde aquel momento a acompañar a dicha imagen en la Procesión del Silencio vistiendo el hábito de su extinta hermandad (un hábito este que, por aportar un dato a modo de curiosidad, es el que actualmente visten los nazarenos en la estación de penitencia, con las variaciones correspondientes en cuanto a escudo y cruz dominica de la capa, pero que se decidió mantener precisamente en recuerdo a aquella hermandad de la calle Villaamil, cuyos miembros fueron en gran parte responsables de que la Hermandad del Silencio haya podido llegar hasta nuestros días).
Poco a poco, parte de esos hermanos se van involucrando cada vez más en el día a día de «Cruzados», participando de manera más activa en su gestión.
El resto es fácil de entender e imaginar: un niño que acompaña a sus padres en actos, cultos, actividades…, de manera que la vida de hermandad pasa a ser una parte más de su vida en general.
P.3 ¿A qué hermandades ha pertenecido o pertenece en la actualidad?
Evidentemente, a mi hermandad de cuna, hoy Hermandad del Silencio y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Fe, Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de los Desamparados. También, a la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias (Los Gitanos), de Madrid, y a la Real y Pontificia Archicofradía Sacramental de María Santísima Madre de Dios del Rosario y San Pío V, de Salamanca.
Asimismo, hasta el año 2012 pertenecí a la nómina de hermanos de la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena.
P.4 Además de su labor actual como Hermano Mayor de la Hermandad del Silencio, ¿qué otras funciones ha desempeñado dentro de las hermandades a las que pertenece o ha pertenecido?
En mi Hermandad he hecho de todo, la verdad. He trabajado en tareas de Priostía, Secretaría, Mayordomía, Acción Social… También, en términos de Cofradía, he desempeñado labores de Diputado de Tramo y Diputado Mayor de Gobierno, he portado cruz de guía, estandarte, y he salido en el paso, tanto cuando antaño iban a ruedas como posteriormente a andas.
En las otras hermandades únicamente he ejercido como costalero, aun cuando si bien es cierto que algo más implicado en la Hermandad de Los Gitanos cuando se me ha reclamado en algún aspecto más concreto, y siempre que mis posibilidades me lo han permitido.
VAMOS AL COSTAL. LUEGO HABLAREMOS DE SU FACETA COMO CAPATAZ.
P.5 ¿En qué corporaciones ofrece su rezo convertido en trabajo como costalero bajo las trabajaderas de un paso de salida? ¿Alguna de Gloria?
Actualmente, en la Hermandad de Los Gitanos, de Madrid, como costalero del Señor de la Salud, bajo el cual volví hace cuatro años tras haber sido requerido para formar parte de la cuadrilla de María Santísima de las Angustias en su primera salida y durante los cuatro años siguientes.
También, en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus vestiduras y María Santísima de la Caridad y del Consuelo, de Salamanca, bajo el paso de palio (el Domingo de Ramos de 2017 saqué el paso de Misterio).
Igualmente he sido costalero del paso de palio de María Santísima Inmaculada, Madre de la Iglesia, de la Hermandad de los Estudiantes, de Madrid, y de los pasos de María Santísima de la Esperanza Macarena y de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, también de Madrid.
Respecto a cofradías de Gloria, en la Archicofradía del Rosario, de Salamanca; e igualmente lo hice en la de Nuestra Señora del Rosario, de Villaverde. También tengo el orgullo de ser costalero de Nuestra Señora del Carmen desde el primer año que mi Hermandad de Los Gitanos procesionó dicha Imagen.
P.6 ¿En qué momento decide ser costalero y cuándo y dónde lo pudo ser por primera vez?
No empecé siendo especialmente joven, dado que aquí en Madrid el mundo del costal llegó relativamente tarde, pues si bien Gran Poder y Macarena cargaban sus pasos con fuerza humana desde sus orígenes, el uso de la ropa y las maneras del costal como tal no llegó hasta décadas más tarde (doy fe, porque así me lo han transmitido, de que el anecdotario de «ahí abajo» al respecto es múltiple y variado). Hay que tener en cuenta que antaño las distancias no se salvaban tan fácilmente como ahora; que no había Internet y redes sociales, por lo que la transmisión de los conocimientos era más compleja y, sobre todo, más lenta.
Dicho lo cual, si bien era algo relativamente recurrente en mi imaginario, pues desde muy pequeño tengo recuerdos de Jueves Santo contemplando los pasos del Gran Poder y de la Esperanza, asistiendo curioso a los relevos de esos hombres que iban bajo los pasos, el momento en que empiezo a barruntarlo más concretamente fue al arriar el paso del Señor de la Salud justo delante de mí en su primera salida del año 2000, al hacer la estación de penitencia en la sede de nuestra Hermandad, en la calle de Atocha. Al verle a Él en su paso por primera vez…
No obstante, mi incorporación a la cuadrilla no fue inmediata, y no se produjo hasta el año 2007, pues inicialmente pasé una época dándole vueltas, sopesando mi disponibilidad de tiempo, dado que en aquella época se iniciaba un primer periodo de cambios en mi Hermandad que estaba suponiendo una actividad bastante exigente. Y posteriormente tuve una lesión grave que demoró aún más mi incorporación, una rotura del tendón de Aquiles que me tuvo prácticamente dos años en recuperación; primero de la operación, y después con un proceso de rehabilitación bastante largo.
Por otra parte, ya era costalero del Señor de la Salud cuando decidí igualar en la cuadrilla de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, aunque fue finalmente bajo la Esperanza donde recalé, tras una tarde en la Colegiata en la que al ir a rezar ante las imágenes, digamos que Ella «me llamó». En todo caso, curiosamente, Él quiso que resolviéramos esa cuestión que teníamos pendiente durante la celebración del vía crucis organizado dentro de las Jornadas Mundiales de la Juventud que tuvieron lugar en Madrid en 2011…
Aquel año de 2011 fue también el primero en que salí como costalero en la Hermandad de los Estudiantes, una cofradía esta que me gustaba contemplar cada Domingo de Ramos a su paso por la calle de la Unión, pero en la que nunca había pensado participar.
Sin embargo, a finales del año 2010 mi padre cae enfermo, y durante el tiempo que transcurrió hasta su fallecimiento, la imagen de María Santísima Inmaculada, Madre de la Iglesia, lució en su saya la medalla de mi Hermandad del Silencio, hecho este por el que finalmente aquel año decidí acudir a la igualá de la cuadrilla del palio.
P.7 ¿Qué entresaca de la vivencia con sus compañeros durante el tiempo de Cuaresma para preparar las procesiones bajo las trabajaderas? Y llegado el día, háblenos de los momentos previos, de esos últimos rezos, nervios y manías confesables.
Yo, particularmente, vivo cada ensayo intensamente; los disfruto al máximo, y lo paso mal cuando por algún motivo no puedo asistir a alguno… Para mí suponen un momento de desconexión de todo, en el que me relajo de todas las tensiones del día a día; amén de que es un proceso bonito, en el cual durante unos meses convives un poquito más con gente con la que durante el año es quizá más difícil coincidir, ya sea por trabajo, por responsabilidades familiares…, y con la que en gran parte poco o nada tienes que ver más allá de esta bendita locura de la trabajadera. Y esa convivencia, al final, se nota «ahí abajo»…
Porque aquí no solo se trata de tirarse el costal y meterse a trabajar por derecho. El ratito de charla previa con un café, el momento de hacerse la ropa, las cervecitas de después del ensayo… Eso es hacer cuadrilla; y, en mi opinión, esta convivencia es importante para que luego existan ese compromiso, esa solidaridad y ese AMOR por lo que se está haciendo tan importantes para que las cosas salgan como tienen que salir.
En cuanto al día de la salida, suelo amanecer pronto (porque me cuesta dormir) y con la ilusión de un niño chico (como decimos siempre, el día que dejemos de sentirnos así, mejor «colgar los trastos»). Y si es posible y el trabajo no lo impide, me gusta pasarlo desde por la mañana con compañeros de cuadrilla, comer juntos, y una vez repartido el trabajo, tomar un «cafetín» y echar un ratito antes de empezar a hacerme la ropa.
Eso sí, antes, siempre tengo mi encuentro con Ellos. Les hablo, les rezo… (y el Miércoles Santo sí tengo una especie de ritual previo, que me guardo para mí, si me lo permitís). Y hasta ahí, mi momento de recogimiento… Porque luego ya toca estar al trabajo. Sé que habrá quien no comparta ni entienda esta expresión, pero es lo que es y lo que al costalero le corresponde hacer desde el momento en que la cofradía se pone en la calle y hasta que se recoge…
8 ¿Piensa que la figura del Costalero se ha puesto por encima de lo que realmente importa dentro de las hermandades?
Aun cuando seguramente habrá cosas que matizar respecto a esa figura del costalero —como respecto a cualquiera de las otras que forman parte de una hermandad—, siempre he dicho que el costalero está continuamente en el disparadero, midiéndosele con una exigencia que no se traslada a otras figuras de la hermandad. Y no me parece justo…
Se cuestiona continuamente si asiste o no a cultos, si participa o no en el día a día de la hermandad, en los cabildos… (que sería lo deseable, cómo no), mientras que es raro oír referencias a los hermanos nazarenos en este mismo sentido. En mi experiencia en las hermandades de las que formo parte he visto a más costaleros participar de la vida de hermandad que a hermanos que visten la túnica el día de la salida procesional. Y, al fin y al cabo, al margen de la Junta de Gobierno y del reducido número de hermanos de rigor que mantienen en funcionamiento a las hermandades a lo largo del año, es el grupo que mayor compromiso muestra teniendo en cuenta reuniones y ensayos previos a la salida procesional.
Otra cuestión aparte es el protagonismo que haya podido adquirir la figura del costalero «en los últimos años»; que sea un colectivo que pueda prestarse a cierto, digamos, «exhibicionismo». Pero ahí está ya la personalidad de cada uno; y, por supuesto, las pautas que cada hermandad ha de marcar al respecto y que ha de trasladar al capataz como responsable primero de la cuadrilla de costaleros.
Y no ha de olvidarse nunca que las cofradías pueden salir a la calle sin costaleros, pero no sin nazarenos. Ahí lo dejo…
P.9 ¿Ha pensado qué pasará cuando no pueda seguir trabajando bajo el madero de una trabajadera? ¿Vestirá el hábito de sus hermandades?
Rotundamente, sí. Salvo que se me necesite en otro sentido, claro está.
El momento de la retirada es sin duda difícil, y puedo entender que a quien se acerca por primera vez a una cofradía como costalero, pasados los años le resulte tremendamente difícil ponerse la túnica cuando nunca lo ha hecho. Es complicado explicar lo que se siente bajo un paso, y tener que renunciar a ello después de haberlo estado durante tantos años… eso es duro, muy duro. Por eso es raro que un costalero vista la túnica; y cuando lo hace, en la mayoría de las ocasiones no le resulta una experiencia plena, porque la intensidad de las emociones y sentimientos que ha vivido bajo el paso es tal, que es difícil volver a sentir algo parecido; menos aún vistiendo la túnica. Y al final, inevitablemente, la experiencia de salir de nazareno se mide en los mismos términos de sensibilidad que la del costal, cuando son aspectos que obviamente no se pueden comparar.
En mi caso, yo vestí la túnica por primera vez a los ocho años; y así seguí haciéndolo durante casi dos décadas, hasta que se me encomendaron otras tareas. Y con la túnica he vivido emociones muy intensas también. Es más, en ocasiones, incluso echo en falta ese anonimato que te ofrece, la intimidad que te permite el antifaz, el poder vivir la estación de penitencia con uno mismo, con tus propias plegarias y tus recuerdos, con tus emociones y sentimientos… Lo volví a vivir el año 2013, cuando dejé el palio de la Esperanza y salí vistiendo la túnica junto con otros compañeros costaleros; y sin duda volveré a ello cuando llegue el momento…
A todo el mundo que se acerca a una cofradía le he recomendado siempre que viva la experiencia de vestir el hábito en la estación de penitencia.
P.10 ¿Algún compañero que sea referente para usted?
Imposible nombrar a uno. Me he encontrado —y me sigo encontrando—con compañeros de los que nunca dejo de aprender y a los cuales admiro mucho, muchísimo…
11 Personal, muy personal, se le eriza la piel solo de pensar en cada Semana Santa cuando caen los kilos…, confiese el sitio, el momento, la música…
La verdad es que hay multitud de sitios, de momentos, de marchas…
Del Domingo de Ramos, la mayoría de la gente suele destacar el discurrir por las calles Lazo y Unión, a los sones de Margot y la Madrugá, pero yo —que también disfruto esas manos, cómo no— me quedo con el palio llegando a San Miguel a los sones de Amarguras (aunque recuerdo una entrada de hace años en la plaza de Santiago con Alma de la Trinidad que disfruté especialmente).
Del Miércoles Santo me quedaría con dos momentos: con la subida por la calle Correo, sonando una marcha tras otra, y con los andares del Señor cuando viene de vuelta, con los kilos asentados y el paso «dando esa leña» que hace que vaya de arte, sin alardes, y que requiere del oficio de la gente de abajo. ¿Con qué marchas? ¡Con todas las que le quepan!
Y, lógicamente, siempre recordaré la primera salida de María Santísima de las Angustias; con todas las dificultades y desafíos que suponen los primeros años de un nuevo paso en la calle.
También recuerdo con mucho cariño la última chicotá de la cuadrilla baja en el Misterio de Nuestro Padre Jesús Despojado, de Salamanca. Al año siguiente saldría ya el palio, por lo que toda esa cuadrilla pasaría ya a ese paso, después de años trabajando bajo el Señor. Tuve la fortuna de compartir con todos ellos ese momento tan especial; de estar después a su lado cuando, visiblemente emocionados, contemplaban la entrada del paso de Misterio.
Momentos únicos he vivido también en Salamanca bajo la Madre de Dios del Rosario, donde he tenido la fortuna de coincidir con grandes personas.
JOSÉ MANUEL MORENA, CAPATAZ.
P.12 Pasar a ser el Capataz de su Hermandad del Silencio, ¿era un paso lógico?
No sé si lógico, pero fruto de la necesidad en cualquier caso. En la Hermandad no había candidatos, y nadie «de fuera» con un mínimo de garantías iba a querer venir a sacar aquel paso de andas en el que por aquel entonces procesionaba el Señor (nada tenía que ver la realidad de esta Hermandad en aquellos años con la actual)…
Quien me conoce bien sabe cuál es mi sitio, dónde me siento yo a gusto y la poca predisposición que suelo tener al primer plano; pero como siempre he tratado de hacer, me puse al servicio de mi Hermandad, claro está.
Eso sí, desde aquel mismo momento ya empecé a barruntar el cambio del paso a costal y la formación de una cuadrilla de costaleros…
P.13 Un Capataz, un maestro. ¿Quién y por qué?
Cualidades, conocimientos y técnicas aparte, en lo personal y afectivo indudablemente he de mencionar a dos: Julio Cabrera y Manuel Marín. Creo que ambos han hecho un trabajo encomiable en sus respectivas hermandades, sacando adelante cuadrillas en momentos complejos y logrando, con el paso de los años, que fueran referentes en una ciudad tan difícil como Madrid (a Francisco Lara, «Curro», le siento más como compañero y amigo, supongo que por los años que coincidimos bajo el Señor de la Salud; aunque como costalero suyo que soy, a lo que mande y a donde mande, claro está).
Ahora bien, de las referencias que cualquiera podría esperar, y aunque correspondería destacar unos cuantos, indiscutiblemente me quedaría con Salvador Dorado (que fue Capitán del Ejército Republicano durante la guerra, por cierto; algo que sin duda sorprenderá a muchos de los que en el mundo de las cofradías confunden «la velocidad con el tocino»).

P.14 ¿Siempre de frente o con cambios?
Particularmente me gusta un paso andando de frente, si bien hay otras circunstancias que —al menos en el caso de una ciudad como Madrid— pueden condicionar los andares; y que, en todo caso, se han de tener en cuenta.
Dicho lo cual, depende del paso; depende de la cofradía… pero en gustos personales suelo tirar hacia «lo rancio».
P.15 ¿Puede definirnos a su actual cuadrilla?
Unida, humilde, honesta, comprometida, obediente, solidaria, con una enorme capacidad de sufrimiento, de empatía, de cariño… La lista de adjetivos se queda corta para definir a este grupo.
P.16 Una marcha que no puede faltar mientras usted esté al frente del paso de misterio de la Hermandad del Silencio.
Depende del repertorio y del estilo, aunque siempre me han gustado las marchas de corte clásico tipo Christus Vincit, Salud de San Bernardo, Alma mía…, de las de andarle de frente y por derecho…
“En cualquier caso, sin duda hay que reconocerles —especialmente a mi tío— el sostenimiento de una hermandad durante los años más complejos, principalmente durante las dos últimas décadas del siglo pasado.”
Sobre la A.M. La Cena “Y quién sabe si en el futuro volverán a cruzarse nuestros caminos…”
“Potenciar las labores de acción social y caridad ha sido desde el primer momento uno de los principales objetivos contemplados en el proyecto de la actual Junta de Gobierno.”
“Sería feliz si hubiera una alternativa de garantías para una próxima legislatura”
“La próxima mejora que se va a intentar acometer en la iglesia es el acondicionamiento de un espacio que hasta la fecha consideramos desaprovechado y que nos permitiría, entre otras cosas, mantener el paso montado”
Segunda parte: La Hermandad del Silencio
P.17 Es obligada: hablemos del legado de tu padre, de tu tío.
Cuando uno ha conocido algo durante muchos años, una forma de obrar, de actuar… es difícil romper con ello; da vértigo, algo de miedo, puede abrumar una mal entendida responsabilidad de mantener el legado recibido… Y es lo que pudo pasarles a ellos en su momento con respecto al pasado de esta Hermandad; como consecuencia del respeto que profesaban a Don Fernando. Más bien en lo que a la Cofradía se refiere.
De ahí que los cambios que se pudieron dar en su momento respecto a la estética de la Cofradía fueran mínimos y, en todo caso, tratando de no romper en demasía con lo que habían conocido antaño. Cambios que a mí, particularmente, nunca me convencieron completamente, que en cierto modo ofrecían una imagen de «quiero y no puedo», al no suponer un proceso de cambio que necesariamente requería una ruptura a mi entender más drástica. Y no me refiero únicamente desde una perspectiva estética, que también…
En un momento determinado, en el que probablemente la Semana Santa madrileña estaba en un proceso de declive importante, surgieron hermandades que supieron aprovechar la necesidad que la gente tenía de cofradías; hermandades como «Estudiantes» o «Gitanos», que con mucha menos historia están plenamente consolidadas y son referente indiscutible de nuestra Semana Santa. Quizá esta Hermandad debió aprovechar precisamente aquel momento para afrontar un cambio, las circunstancias de aquel tiempo para, a través de ese cambio, crecer. Pero no olvidemos que en ocasiones es mucho más complejo cambiar algo con décadas de historia que crear algo nuevo…
Sí es cierto que se trataron de cambiar determinados aspectos, si bien, como decía, a mi entender siguiendo una línea no del todo acertada, cuando lo que se requerían eran unos cambios más acusados.
En cualquier caso, sin duda hay que reconocerles —especialmente a mi tío— el sostenimiento de una hermandad durante los años más complejos, principalmente durante las dos últimas décadas del siglo pasado. Una hermandad que estaba condenada a extinguirse, entre otras cosas, por ser presa de su propio pasado, por mantener una naturaleza ya no acorde a los nuevos tiempos, y en todo caso insostenible desde el punto de vista de gestión y organización (la nómina de hermanos al uso antaño no existía; de hecho, es bastante «reciente»).
También, participar de un proceso de unión de todas las hermandades —bastante dispersas por aquel entonces— en torno a una mesa común. Con gente como Javier Padierna (q.e.p.d.), Francisco Javier Ruiz, Luis García, Ramón Salazar…, y con el apoyo del Rvdo. P. D. Francisco A. Martínez Domínguez, juntos dieron forma a un Consejo de Hermandades y Cofradías —algo inexistente desde que la Comisión Organizadora de la Semana Santa de Cruzados de la Fe había dejado de ejercer como tal—, que cuando menos conseguía reunir a las hermandades varias veces durante el año para poner en común determinados aspectos y que incluso empezó a organizar eventos conjuntos, como, por ejemplo, el pregón del Consejo, que se celebró durante algunos años (también las ofrendas florales entre las cofradías el día de la salida vienen de aquellos tiempos).
Aunque, sin lugar a dudas, su legado más significativo es el de nuestra sede, la Iglesia del Santísimo Cristo de la Fe. La valentía de tomar la decisión de trasladarse a ella cuando era un espacio literalmente en ruinas, los recursos (también personales) destinados a su rehabilitación… La verdad es que me llena de orgullo cuando veo a tantos hermanos —de nuestra Hermandad o de otras— y a tanto público disfrutando, de un modo u otro, de ese espacio.
De ahí que dediquemos tanto esfuerzo a su sostenimiento, pese a las dificultades que ello entraña con lo limitado de los recursos con los que contamos. Arreglos como los del altar mayor o la capilla —en los que tanto ha tenido que ver el increíble equipo de Priostía que tiene esta Hermandad— son grandes logros de los que nos sentimos especialmente orgullosos.
Y confiamos en poder seguir acometiendo más proyectos como esos…
P.18 La Hermandad del Silencio ha ido modificando estos años el recorrido. Cuéntanos las motivaciones y si veremos nuevos cambios.
Durante un tiempo se consideró que esta Hermandad, que al final se ha transformado en una hermandad digamos «de barrio», no debía salir más allá de las calles que rodean a su sede. Y así se estuvo haciendo durante algunos años, si bien la Junta de Gobierno actual llevaba en su proyecto, junto con el cambio del paso de Misterio con la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, una ampliación del recorrido.
La razón principal era retomar el paso de la Cofradía por la puerta del Sol, en clara referencia a su pasado, por cuanto este punto tuvo gran trascendencia histórica al ser el lugar en el que durante décadas confluían todas las cofradías que participaban en el cortejo de la magna Procesión del Silencio organizada por la Hermandad de Cruzados de la Fe. No obstante, también se ha pretendido tomarle el pulso a la posibilidad de realizar una Estación de Penitencia más al uso, otorgándole pleno sentido a la salida procesional de la Cofradía. A tal efecto se valoró ya hace años el que esta se produjera en el convento de San Ildefonso, si bien las M.M. Trinitarias ya nos trasladaron antaño la imposibilidad de abrir las puertas del convento tan tarde (sí entonan un canto desde las celosías al paso de la Cofradía). Es por ello que se venían barruntando algunas opciones en tal sentido, que en cualquier caso no sé si finalmente llegarán a materializarse.
Por el momento únicamente hemos podido realizar el itinerario completo un año, y la experiencia fue positiva, pues se pudo completar en un margen muy razonable, ampliando únicamente en media hora el tiempo en que hasta la fecha se venía realizando, pese a ser una ampliación considerable en términos de distancia.
Teníamos en cualquier caso la referencia de la salida extraordinaria del LXXV Aniversario Fundacional, con un itinerario bastante largo que se realizó en menos de seis horas.
P.19 Para huir de especulaciones y comentarios. Este año tienen una nueva agrupación musical tras el Señor del Perdón. Explíquenos qué motivó el cambio y valore el revuelo formado a partir de esta decisión.
Soy ajeno a esas «especulaciones» y «revuelo» que mencionáis, la verdad; y si realmente se ha producido, no habrá sido porque se haya actuado de modo inconveniente por nuestra parte. Sí es cierto que desde la Hermandad se emitió un segundo comunicado relativo a esta decisión, pero únicamente para aclarar determinados rumores que a la Junta de Gobierno le estaban llegando al respecto de esta decisión; comentarios vertidos fuera del entorno de la Hermandad y por gente ajena a la misma pero que sin duda podían acabar llegando a perjudicar la imagen, no solo ya de la Hermandad, sino también de la propia Agrupación.
Como ya se indicó en su momento, la Hermandad adoptó esta decisión principalmente atendiendo a un cambio en la política de asignación de los recursos de que dispone para hacer frente a su actividad, a las necesidades que se derivaban de la misma y dadas las circunstancias en las que en la actualidad se encuentra. Y es que, como igualmente se trasladó, la Hermandad venía destinando un 70% de los ingresos por cuotas de Hermanos al pago de la Agrupación, algo insostenible, que raramente se produce en ninguna otra Corporación de España y que, en todo caso, supone un enorme esfuerzo que limitaba muy mucho la actividad de la Hermandad; más aún teniendo en cuenta los distintos proyectos a los que esta viene haciendo frente o el hecho de que, por ejemplo, cuente con una sede propia que en la actualidad requiere destinar a su mantenimiento más del 60% de los ingresos por cuotas de Hermanos.
De igual modo, mantener esa estructura de costes habría imposibilitado que la Hermandad pudiera hacer frente a necesidades patrimoniales que requería cubrir y para las que había que destinar una cantidad de recursos considerable, recursos con los que no se contaba. Por ejemplo, de haber mantenido a la Agrupación, habría sido del todo inviable afrontar el proyecto de la imagen secundaria del centurión romano para el paso de Misterio; o el arreglo de la capilla; o seguir aumentando la cantidad destinada a caridad y acción social; o dotar recursos para el taller de bordado…
Por otra parte, ciertamente pudieron existir otras motivaciones «secundarias» (pero que en ningún caso hubieran justificado por sí solas el cambio), como el hecho de considerar que la evolución estética que la puesta de la Cofradía en la calle viene suponiendo precisaba de otro repertorio musical distinto.
Asimismo, quiero aprovechar para aclarar un par de cuestiones, pues si bien me considero una persona discreta y respetuosa con la intimidad, una cosa es eso y otra muy distinta permitir que se viertan opiniones que puedan perjudicar a la Hermandad que humildemente represento (como me consta que así ha sido en determinados foros): en primer lugar, que la Hermandad lo primero que hizo fue poner en común su decisión con la Junta Directiva de La Cena, sin haber firmado contrato, pre contrato, acuerdo… alguno con ninguna otra banda o agrupación antes de ello, atendiendo al buen hacer y a la relación que venía uniendo a la Hermandad y a la Agrupación desde hacía tantos años y que exigía el mayor de los respetos y afectos a la hora de afrontar la citada decisión.
Y, por otro lado, que en ningún momento desde la Agrupación se mostró interés alguno por tratar de buscar posibles opciones para mantener la vinculación para el Viernes Santo; ninguna propuesta alternativa, ningún intento de ver si se podía llegar a algún tipo de acuerdo… Nada…
Dicho lo cual, particularmente creo que La Cena hace ya algún tiempo que se encuentra en un periodo de transición, de cambio de ciclo. Esto no tiene por qué ser necesariamente malo, pero en cualquier caso sí tiene —o acabará por tener— consecuencias, lógicamente.
Por nuestra parte, y como no podía ser de otro modo, desde nuestra Hermandad no podemos sino desearle lo mejor a esa muy querida agrupación que es La Cena, desde el cariño y el profundo agradecimiento que siempre les tendremos, dada la fuerte vinculación mantenida a lo largo de más de cinco lustros.
Y quién sabe si en el futuro volverán a cruzarse nuestros caminos…
Por último, quisiera hacer mención, aunque no sea lo que estrictamente nos ocupa en esta pregunta, a la Agrupación Musical El Perdón, por el comportamiento que ha venido mostrando en todo momento y por la enorme colaboración que viene prestando a la Hermandad desde el principio; todo ello teniendo en cuenta que no ha sido fácil tener que asumir un rol que hasta la fecha —y durante tanto tiempo— venía asumiendo una agrupación como La Cena. Y visto lo visto, estoy seguro de que lo mejor está aún por venir…
P.20 Hemos sido testigos en estos últimos tiempos de una rehabilitación constante de la Sede de la Hermandad y de su patrimonio. Explíquenos el proceso y qué nuevas actuaciones se van a acometer.
Contar con sede propia es sin duda una ventaja, si bien requiere una dedicación extrema tanto en tiempo como en recursos (y aquí me remito a lo comentado anteriormente respecto al cambio del acompañamiento musical).
Efectivamente, en estos tres años hemos acometido algunas mejoras en la sede; la primera que se llevó a cabo fue acondicionar la Casa de Hermandad, dotando también de espacios a Secretaría y al taller de bordado. Aunque las más significativas (por lo llamativo), han sido la del altar mayor y la del acondicionamiento de la capilla, que estaba profundamente deteriorada y que aún a día de hoy requiere de un mantenimiento continuo como consecuencia de las obras que se están desarrollando en la Sociedad Cervantina y que están trayendo como consecuencia, principalmente, que vuelvan a salir humedades, algo que no está en nuestra mano solventar.
De igual modo, se procedió a formalizar con una empresa de ingeniería especializada un contrato para el suministro, puesta a punto y mantenimiento de un completo sistema de señalización y de extintores, acorde a la legislación vigente —inexistente hasta la fecha—, complementando así el seguro de responsabilidad civil con el que ya se contaba.
En términos de patrimonio (que no sean relativos a la sede), se restauraron unos antiguos candeleros de cultos, se adquirieron cinco varas de Presidencia, se ha hecho la primera imagen secundaria del proyecto de paso de Misterio, y se ha concluido el nuevo estandarte («bacalao») de la Hermandad, realizado íntegramente en el taller de bordado propio sobre un diseño realizado por N.H. Adrián López Álvarez. Y se adquirieron, asimismo, cuatro candelabros de guardabrisa a la Devota y Venerable Hermandad y Esclavitud del Bendito Patriarca Señor San José, de la localidad gaditana de San Fernando.
Y, quizá, la actuación más relevante ha sido la intervención realizada en la Imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón por el prestigioso restaurador D. Raimundo Cruz Solís y su equipo, con limpieza general de la capa pictórica —muy oscurecida por la suciedad acumulada durante años—, que ha permitido recuperar la policromía original, descubriendo veladuras y matices de color que permanecían ocultos y que ahora se pueden apreciar con claridad, y gracias a lo cual el modelado de la anatomía realizado por González Gil ha ganado en definición, apreciándose un tratamiento de la musculatura muy detallado y realista, que hasta la fecha no se apreciaba en su justa medida. Se actuó asimismo en el sellado de las grietas que presentaba la talla.
Trabajo quedaría muchísimo; solo el espacio de Sacristía requeriría una gran intervención. Ya se eliminaron algunos elementos que permitieron reorganizarla, y hay en mente un medio proyecto de rehabilitación para un mejor uso, aunque será difícil que pueda ejecutarse a corto plazo.
Por el momento, la próxima mejora que se va a intentar acometer en la iglesia es el acondicionamiento de un espacio que hasta la fecha consideramos desaprovechado y que nos permitiría, entre otras cosas, mantener el paso montado y guardado en condiciones.
Todo ello cuando finalicen los trabajos de arreglo de la espadaña de la fachada, que nuevamente hay que acometer, pese a que hará unos siete años que la misma fue arreglada (la empresa que realizó los trabajos en su momento ha desaparecido, por lo que no hemos tenido posibilidad de realizar reclamación alguna).
Por su parte, el taller de bordado ya trabaja en unos broches para los faldones del paso y en una saya para la Virgen.
Nos gustaría, asimismo, poder abordar una nueva imagen secundaria para el paso de Misterio, así como restaurar unos faroles antiguos y, principalmente, poder realizar los faroles de Cruz de Guía que asimismo diseñó en su momento N.H. Adrián López Álvarez. No obstante, estos proyectos igualmente resultarán complicados de acometer a corto plazo dados los recursos que requerirían.
Demasiados frentes abiertos…
Lo que en cualquier caso evidencia todo esto es el enorme compromiso de los Hermanos, sin el cual no sería posible estar llevando a cabo todos estos proyectos. Que una Hermandad como esta, con sede propia y con una Nómina de Hermanos tan reducida comparada con otras, esté realizando todo lo que está realizando pone de manifiesto dos cosas fundamentales: por un lado, que con esfuerzo y ciertas dosis de rigor y criterio se pueden acometer proyectos de calidad; por otro, que la prioridad no ha de ser poner en la calle pasos con imágenes de cualquier manera, a toda costa, lo antes posible y/o «cada dos por tres», sin respetar esos mínimos que debe cumplir una hermandad, muy especialmente cuando se está realizando la estación de penitencia.
Si nos saltamos a la torera normas básicas que las cofradías deberían respetar en su principal culto público, como de hecho está sucediendo en algunas estaciones de penitencia sin que a nadie le importe ni se haga nada al respecto, flaco favor le estamos haciendo a nuestra Semana Santa. Y es una Semana Santa que costó mucho, muchísimo mantener y luego revitalizar…
P.21 Háblanos de la labor caritativa de la Hermandad.
Potenciar las labores de acción social y caridad ha sido desde el primer momento uno de los principales objetivos contemplados en el proyecto de la actual Junta de Gobierno, pues hasta la fecha era este un aspecto bastante residual, pese a constituir uno de los pilares básicos de la razón de ser de nuestra Corporación (y de todas las hermandades penitenciales en general) y un objetivo primordial al que nos emplazan las Reglas.
Y efectivamente, así está siendo. No en vano, la anteriormente mencionada nueva política de reasignación de recursos que se está llevando a cabo ha permitido aumentar significativamente la partida destinada a labores de Caridad y Acción Social; concretamente, se han incrementado en torno al 550% —el porcentaje es este, sí— los recursos destinados a esta labor conforme a los que se venían destinando anteriormente.
Hasta la fecha, amén de las ayudas destinadas a algunos Hermanos que se encontraban en circunstancias difíciles (con problemas, por ejemplo, para pagar el alquiler), y a algunas acciones llevadas a cabo en momentos concretos por algún miembro de la Junta de Gobierno (como llevar comida caliente en épocas de frío a gente que «vive» en la calle), la Hermandad ha colaborado en proyectos de distintas asociaciones y/o fundaciones.
Entre otras colaboraciones, podría destacarse la llevada a cabo con la Fundación Niños de Guarataro, que desarrolla su actividad en Honduras —uno de los países más peligrosos del mundo y en el que a la de por sí complicada situación de pobreza se une la utilización violenta de los niños por parte de las maras para el tráfico de drogas—, centrada en la alimentación, la educación y la sanidad, siendo que con el desempeño de su labor social se persigue mejorar la vida y conseguir un futuro mejor para niños y jóvenes, para sus familias y comunidades. Pues bien, la Hermandad financió la adquisición de una multivitamina con hierro que han de tomar un 75% de los niños de la Fundación como parte de un tratamiento médico prescrito por pediatras.
Igualmente es destacable la contribución de la Hermandad al proyecto desarrollado por la Asociación de Desarrollo e Intervención ABRAZO en el Centro Educacional del Menor Orcasitas-San Fermín, en colaboración con la parroquia Madre del Buen Pastor, centrado en intervenciones de psicomotricidad relacional para cubrir las necesidades específicas de la población infantil atendida en dicho Centro, en el que se trabaja con niños que proceden de familias con poca o ninguna imbricación social (en muchos casos por lejanía de sus países de origen), con una situación desestructurada entre los componentes de la unidad familiar, con poca atención en el ámbito doméstico, con necesidades económicas urgentes, con situaciones de afectividad alterada, escaso desarrollo de capacidades por insuficiente presencia del adulto, inadecuada conectividad social, inseguridad en sus referencias, baja autoestima, desconocimiento de límites, poca o ninguna perspectiva de sus propios logros… En este caso, la Hermandad procedió a financiar una serie de intervenciones de atención psicomotriz.
También organizamos en nuestra sede, en colaboración con Cruz Roja, una campaña de donación de sangre, que muy probablemente se repetirá en próximas fechas dado el éxito de la anterior. E igualmente, desde que esta Junta de Gobierno inició su legislatura, la Hermandad ha venido colaborando activamente en la Gran Recogida que el Banco de Alimentos de Madrid organiza cada año.
Asimismo, el primer año de legislatura el Grupo Joven coordinó una recogida solidaria de juguetes que inicialmente se iban a llevar a niños enfermos que se encontraban ingresados en el hospital universitario La Paz, si bien finalmente se optó por colaborar con la parroquia de San Juan de Dios, del Barrio de la Uva de Vallecas, más necesitada en este sentido, a la que llevamos a SS.MM. los Reyes Magos para que entregaran los juguetes obtenidos en la citada recogida solidaria.
Todo esto se ha unido a la colaboración que mantenemos con la Fundación PLAN Internacional, que trabaja con niños, familias y comunidades para evitar cualquier tipo de abuso infantil, sensibilizándoles sobre el derecho a la protección de los niños y las niñas; una colaboración que se estableció en el año 2013, cuando se decidió iniciarla haciéndola coincidir con la bendición de María Santísima de los Desamparados, como parte de la conmemoración de su llegada a la Hermandad.
En el momento en que se escriben estas líneas acabamos de plasmar un nuevo acuerdo de colaboración, en este caso con la Fundación Educo, que dedica su actividad a proteger a la infancia frente a cualquier forma de vulneración de sus derechos, trabajando para que los niños disfruten de un entorno saludable y libre de cualquier forma de violencia, abuso, explotación, negligencia o discriminación. En este caso concreto, colaboramos con el proyecto Becas Comedor Verano, gracias al cual niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión social pueden asistir a actividades donde les aseguran, al menos, un plato de comida al día.
Igualmente, de cara al próximo ejercicio, ya se ha llegado a un acuerdo con la Fundación Unoentrecienmil, que dedica todos los beneficios de sus actividades a un proyecto anual de investigación contra la leucemia infantil, una enfermedad que supone el 30% del cáncer en niños.
P.22 Otra decisión que usted tomó cuando se puso al frente de la Hermandad, es cambiar al paso de misterio, ¿puede explicarnos qué le lleva a realizar este cambio?, ¿se entendió en el seno de la hermandad?
¿Cómo que yo tomé? Yo no tomé ninguna decisión. La decisión fue adoptada por votación de los hermanos reunidos en el cabildo general correspondiente, ¡faltaría más!
Concretamente, el 19 de junio de 2016, la Junta de Gobierno entrante presentaba en Cabildo General de Hermanos, para su aprobación, una de las propuestas que se incluían en su proyecto de legislatura: procesionar el Viernes Santo con la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón. Y así fue aprobado por prácticamente la mayoría absoluta de los asistentes (creo recordar que no hubo ni un solo voto en contra, y únicamente una abstención).
Conviene aclarar, por si acaso, que esta decisión era en todo caso plenamente compatible con cuanto disponen las Reglas de la Corporación —por cuanto Nuestro Padre Jesús del Perdón es asimismo Sagrada Imagen Titular de la Hermandad; sin olvidar que se trata de una Imagen que procesionó ininterrumpidamente durante más de cincuenta años y hasta fechas «recientes», llegando incluso a protagonizar el cartel anunciador que esta Hermandad editara en la Semana Santa del año 1999—, amén de acorde a su espíritu fundacional y a la naturaleza de la labor que esta pretendió desempeñar durante décadas en el ámbito de la religiosidad popular. No en vano, y en este sentido, establecían los estatutos fundacionales como finalidad la de «promover en el pueblo madrileño la devoción a la sacratísima Pasión de nuestro Redentor», para lo cual esta Hermandad centraba antaño gran parte de sus esfuerzos en la organización de diferentes desfiles procesionales en los que se pretendía recoger en imágenes «toda» la Pasión de Nuestro Señor.
Por lo tanto, esta decisión respetaba dicha esencia de «promoción de la devoción a la Pasión del Señor», siendo precisamente esta línea de actuación la que pretendía ser asumida por la Junta de Gobierno, en la medida en que, con ella, la Hermandad venía a brindar a la Semana Santa madrileña la posibilidad de contar con otro pasaje de la Pasión hasta la fecha inexistente, como hiciera en épocas pasadas, retomando en cierto modo el objetivo de aquella magna Procesión del Silencio, otorgando de un mayor sentido y enjundia al conjunto de las cofradías de la diócesis y, por ende, a una Semana Santa que en ese momento contaba ya con tres imágenes del Señor crucificado, dos del Señor camino del Calvario, tres vinculadas al momento de la Sentencia y una al de la Entrada en Jerusalén.
Al final, lo único que se pretende en todo momento con cada decisión adoptada es buscar el engrandecimiento de la Hermandad a mayor gloria de sus Titulares, tratando de restituirla al lugar que, creemos, por historia le corresponde, buscando asentar los cimientos que permitan consolidarla y perpetuarla en años venideros como el importante legado que ha de constituir para los que vengan; para aquellos que en el futuro nos sucedan.
Dicho lo cual, sin duda influyeron varias cuestiones en el cambio; desde el riesgo de la actuación que requería tanto la salida como la entrada con el paso del Santísimo Cristo de la Fe (y que estuvo cerca de producir una desgracia en la salida del año 2015), pasando por lo antiestético y poco digno de dichos momentos (especialmente para la Sagrada Imagen)… También, lógicamente, el convencimiento de que una modificación estética de la Cofradía en la calle en tal sentido podría resultar beneficiosa para la Hermandad, y el ya mencionado hecho de aportar al conjunto de nuestra Semana Santa un pasaje de la Pasión inexistente.
Y sí, indudablemente se entendió este cambio en el seno de la Hermandad. De lo contrario, no habría sido aprobado y, por tanto, no podría haber sido acometido. Aunque, evidentemente, cada uno tendrá su opinión al respecto, opiniones que sin duda serán variadas. Como se dice, «nunca llueve a gusto de todos»…
Lo que en cualquier caso está claro es que todas las opiniones son respetables, y que a tal efecto, los cabildos de hermanos son los foros en los que todo el mundo puede expresarse libremente y donde corresponde hacerlo; para eso están, entre otras cosas. Y no debemos olvidar que igualmente hay libertad para concurrir a un cabildo de elecciones con un proyecto que presentar a los hermanos —proyecto que debiera perseguir lo que se considera mejor para la hermandad, siempre desde una vocación de servicio a esta—; que cualquier hermano es libre de hacerlo…
P.23 ¿Qué nuevas mejoras se tiene previsto para el paso de misterio del Señor del Perdón tras la incorporación del Centurión?
La intención es continuar con el proyecto de imágenes secundarias presentado por D. Juan Manuel Montaño, si bien habrá que ver la disponibilidad de recursos con los que podremos contar.
Asimismo, canasto y respiraderos contemplaron en su diseño espacios para ser cubiertos con cartelas (hasta el momento únicamente se pudo abordar la factura de dos para el frontal del canasto), así como cuatro capillas en las esquinas que igualmente correspondería ocupar (una de las opciones valoradas es la de emplear en ello imágenes de santos dominicos, dados los orígenes de la Hermandad). Todo ello, claro está, se abordaría en su momento una vez resueltas otras prioridades.
Es posible, en cualquier caso, que próximamente se aborde el dorado de los candelabros; al menos en parte.
Como ya digo, hay muchos frentes abiertos, por lo que habrá que valorar todo en su justa medida…
También sería nuestro deseo ampliar las dimensiones del paso, pero en este caso estamos condicionados por la puerta del templo, y pese a haber valorado distintas opciones, poco margen —por no decir nulo— tenemos en este sentido (precisamente es atendiendo a esta circunstancia que el paso en su momento se hiciera en estas dimensiones).
P.24 ¿Cuándo veremos a María Santísima de los Desamparados en un paso de Palio?
Sin duda es este un anhelo de muchos, pero utópico a día de hoy por múltiples motivos.
El primero de ellos y fundamental es la necesidad de contar con un cortejo mínimo. Entendemos que no tiene sentido alguno procesionar con dos pasos cuando el cortejo de nazarenos es del todo insuficiente. Para nosotros, matices como estos, que igual hay para quienes carecen de importancia, nos parecen imprescindibles.
La estación de penitencia es un acto público, la verdadera razón de ser de las hermandades de penitencia en su vertiente de cofradía (amén del resto de actividades que desarrollan a lo largo del año, que en cualquier caso pueden llevarse a cabo sin necesidad de ser una corporación nazarena). Y en dicho culto público creemos que hay que respetar esos mínimos a los que antes hacía referencia y que en todo caso debe cumplir una cofradía cuando se pone en la calle. En este sentido, procuramos ser todo lo meticulosos que podemos (aunque seguro que habrá cosas en las que meteremos la pata).
Sin duda existen otros condicionantes que dificultan el poder afrontar ese proyecto de palio; entre otros, cómo no, el económico. No obstante, creo que si hay algo que ha demostrado esta Hermandad es que es capaz de hacer grandes cosas que en ocasiones a priori podrían parecer imposibles de afrontar…
En cualquier caso, en la misma línea de lo que comentaba, antes de iniciar otro proyecto de ese estilo entendemos que primero hay que tratar de terminar mínimamente el proyecto del paso del Señor; lograr completarlo, pues aunque puedan quedar para más adelante otros aspectos digamos más secundarios, desde un primer momento hemos querido sacar UN PASO. Nunca hemos contemplado opciones como las de estructuras de madera sin más adaptadas para que sirvan como paso procesional; nunca hemos creído que ese deba ser el camino. Es preferible ir despacio, poco a poco, pero aportando a la Hermandad patrimonio con un mínimo de calidad y que perdure en el tiempo (no debiéramos olvidar el componente artístico que también representan —o debieran representar— las cofradías), que «jugar a los pasitos».
O adquirir otros enseres, que hacen falta…
Es la forma en que esta Junta de Gobierno entiende que hay que trabajar. No comulgaría con afrontar nuevos proyectos mientras se ponen en la calle otros tantos de cualquier manera y sin cumplir esos mínimos que antes mencionaba.
P.25 ¿Está siendo satisfactoria la experiencia como Hermano Mayor? ¿Como para repetir en el cargo en la próxima legislatura?
Satisfecho estoy en la medida en que se están desarrollando actuaciones y proyectos que están sirviendo tanto para «engrandecer» a la Corporación, para renovarla y mejorarla, como para mejorar la vocación de servicio a los demás que ha de estar siempre presente en su actividad. Algo que en todo caso se está logrando gracias al magnífico y comprometido grupo humano que conforma la Junta de Gobierno y al compromiso de todos los Hermanos.
Personalmente, me parece un dato a resaltar que a día de hoy, y desde que se iniciara la legislatura, han sido 43 las personas que han entrado a formar parte de la Nómina de Hermanos, una cifra que si bien puede resultar irrelevante comparada con las altas que pueda haber en otras hermandades, en el caso de la nuestra es enormemente significativa, en comparación con cifras de periodos anteriores. Y en todas las entrevistas previas realizadas por el Fiscal, la mayoría de los nuevos Hermanos han trasladado que habían decidido entrar a formar parte de la Hermandad tras haber visto a la Cofradía en la calle, ya sea en directo o a través de vídeos. En otros casos, tras haber entrado en la iglesia en varias ocasiones, conocer de nuestra existencia y sentirse de algún modo llamados por lo que han sentido al estar en ella. Motivos ambos, en cualquier caso, que han de hacernos sentir satisfechos con la labor que venimos llevando a cabo (siempre susceptible de mejora, claro está).
Dicho esto, sería feliz si hubiera una alternativa de garantías para una próxima legislatura que a mí me permitiera quitarme de en medio; de corazón lo digo (y quien me conoce, sabe que no miento)… Son muchos años expuesto públicamente para alguien que no se siente cómodo con ese protagonismo, ya sea al martillo o en primera línea de gestión.
Veremos…

“Amo a nuestra Semana Santa y a sus cofradías, pues llevo vinculado a ellas desde que tengo uso de razón.”
Consejo de Hermandades y Cofradías de Madrid: “Es por ello que quizá haya llegado el momento de implementar una nueva iniciativa en ese sentido, sí.”
“hoy por hoy, una carrera oficial de esas características es en mi opinión inviable”
Tercera parte: “MADRID, SU SEMANA SANTA”
y -“EN LO PERSONAL, EN PROFUNDIDAD”

MADRID, SU SEMANA SANTA.
P.26 ¿Qué cree que hay que apuntalar de la Semana Santa de Madrid y qué hay que empezar a cambiar?
Sinceramente, creo que lo que habría que apuntalar son unos mínimos de criterio y rigor a la hora de hacer las cosas (e incluyo también aspectos como la unción de las sagradas imágenes). Otorgar la importancia que merecen a unos principios básicos que habrían de cumplir las cofradías; principalmente en sus cultos públicos.
Siento decirlo, pero la pasada Semana Santa he visto cosas que daban auténtica vergüenza y que dejan a nuestras cofradías en muy mal lugar. Actuaciones que vienen a sumarse a algunas otras ya existentes y que en mi opinión habría que erradicar. Y todo ello coincidiendo con el momento en que las cofradías tienen una mayor visibilidad pública a través de los medios de comunicación, de manera que se está trasladando una imagen que dista muy mucho de la que sería deseable.
Lamento manifestarme en este sentido, y lo último que quisiera es ofender a nadie, menos aún sus devociones y sentimientos, pero cuando uno ha visto el esfuerzo que durante décadas costó a determinadas personas poner a nuestra Semana Santa a un nivel medio digno, cosas como estas duelen, la verdad.
Amo a nuestra Semana Santa y a sus cofradías, pues llevo vinculado a ellas desde que tengo uso de razón. Jamás he entendido esa competencia que se ha dado en no pocas ocasiones, todo lo contrario; cada logro, cada cosa bien hecha la siento como propia, de verdad lo digo, y me enorgullece. Por eso precisamente me escuecen determinadas cosas…
P.27 Por parte de las instituciones políticas, sociales y demás, ¿Está la Semana Santa de Madrid presente en ellas?
A nivel institucional es evidente que poca presencia tienen la Semana Santa y sus cofradías; pero más bien creo que esto responde a la propia naturaleza de la ciudad, a su idiosincrasia.
Esto aparte, no creo que las hermandades podamos tener queja alguna de la ayuda prestada por el Ayuntamiento. Al menos en lo que a nosotros se refiere, siempre hemos encontrado una muy buena disposición para colaborar en cuanto se requería; más aún si cabe, y habrá quien se extrañe, durante los últimos cuatro años, en los que burocráticamente mejor se ha funcionado respecto a permisos y solicitudes realizados al Ayuntamiento. Hablo, como digo, desde nuestra experiencia. Ignoro cuál habrá sido la del resto, aunque entiendo que no debiera de ser distinta…
P.28 Desde hace relativamente poco tiempo tenemos al frente del “Consejo” a un nuevo Asistente Eclesiástico de Hermandades y Cofradías, D. Ángel Luis Miralles ¿Cómo valora su gestión desde que llego al cargo?
Prácticamente inexistente.
P.29 Por parte de las autoridades eclesiásticas, ¿está cuidada la Semana Santa en Madrid?
Siempre he tenido la sensación de que las hermandades pintaban más bien poco, la verdad; que únicamente se recurría a ellas para «hacer bulto» y sacar músculo cuando correspondía.
Si hay algo en lo que tienen experiencia las hermandades es precisamente en el ámbito de la religiosidad popular, por lo que creo que se les debería dar una mayor relevancia en la organización de ese tipo de actos; más allá de acudir a los mismos en representación con varas y estandartes. Particularmente, tengo bastantes ideas al respecto que estaría encantado de trasladar a la autoridad eclesiástica llegado el caso…
Aunque también es cierto, como decía anteriormente, que en algunos casos las hermandades harían bien en reconducir ciertos aspectos, pues poco criterio iban a trasladar a la organización de dichos actos si antes no lo aplican en los suyos.
La verdad, creo que la Semana Santa funciona por la inercia de lo que establecieron los que nos precedieron, no porque se esté cuidando o se le preste la atención que merece y/o requiere. En cualquier caso, sí que es cierto que desde su llegada, parece que el Sr. Cardenal se está interesando por estar cerca de las cofradías. Quizá sea un buen punto de partida…
P.30 ¿Ha pensado alguna vez en la posible creación de un “Consejo de Hermandades y Cofradías de Madrid”? Uniendo fuerzas todas las hermandades, en lugar de ir cada una por su cuenta y mirarnos el ombligo, ¿se podrán conseguir cosas más importantes?
Ya hubo un Consejo que, con mucho esfuerzo y poco a poco, fue logrando que se fueran llevando a cabo algunos proyectos comunes. Pero ese Consejo, por razones que no acierto a entender, desapareció… Porque si bien es probable que hubiera tocado techo, que fuera necesario un relevo generacional que en algunos casos no se estaba produciendo y que estaba provocando que ese Consejo hubiera agotado ya su vigencia, que no tuviera ya más recorrido sin necesidad de un cambio adaptado a los tiempos, su desaparición no atendió a tales cuestiones.
Es por ello que quizá haya llegado el momento de implementar una nueva iniciativa en ese sentido, sí.
No es este el foro, ni quisiera levantar polémica alguna, pero yo particularmente estoy bastante decepcionado con determinados aspectos de nuestras cofradías (como venía indicando anteriormente), en algunas de las cuales lo que parece primar es lo inmediato, la puesta de pasos en la calle a toda costa y sin importar aspectos esenciales que debiera cumplir cualquier hermandad penitencial; el populismo, eludiendo cuestiones trascendentales que sin embargo no se valoran, que se saltan a la torera y que no hacen sino dar una imagen de nuestra Semana Santa que deja mucho que desear.
Ya decía que la pasada Semana Santa he visto cosas de nuestras cofradías que… Y no entiendo que cosas como esas se permitan, la verdad. Sé que es esta una opinión compartida por no pocas personas de no pocas hermandades, aunque a la hora de la verdad no se diga, en unos casos por no ser políticamente correcto, en otros, porque incluso haya a quien le pueda interesar que se hagan en pro de una competencia mal entendida.
Quizá un Consejo permitiera reconducir esto, no lo sé; controlar el cumplimiento de unos mínimos en términos de calidad, unción de las imágenes, decoro, «puesta en escena» —entiéndaseme la expresión— de la cofradía en la calle…
Aunque, sinceramente, soy bastante escéptico al respecto por varios motivos; principalmente por una cuestión de actitud. Durante años, mi Hermandad recibió desde determinados foros innumerables críticas por su estética, por su funcionamiento, por sus maneras…, críticas que fueron recogidas, interpretadas y empleadas para tratar de mejorar, como creo que así ha sido. Sin embargo, las cofradías de nuestra ciudad —aunque no conviene generalizar, claro está— no son permeables a estas críticas; las toman únicamente como afrentas y hay escasa o nula autocrítica. En ningún caso se hace un ejercicio de introspección para ver qué se está haciendo mal e intentar mejorar.
P.31 ¿Un único pregón o un pregón por hermandad?
Hay hermandades que tienen muy integrada en su naturaleza y en su historia la celebración del pregón de Semana Santa, por lo que entiendo que lo quieran celebrar cada año y desearan mantenerlo.
No obstante, yo, particularmente, en una ciudad como Madrid, no le veo mucho sentido a ello, la verdad. Sería partidario de que se hiciera un único pregón de Semana Santa dadas las características de nuestra ciudad y de sus cofradías.
P.32 Estación de Penitencia a la Catedral: sí o no y por qué.
Respecto al siempre recurrente tema de una carrera oficial con estación de penitencia a la Catedral, creo que es este un anhelo que se da desde el corazón, motivado por ese deseo que todos tenemos de que nuestra Semana Mayor responda a unas características determinadas; un anhelo que sin duda todos —o casi todos— los cofrades madrileños compartimos. Sin embargo, la realidad es la que es, y hay que ser coherente con ella; y sobre todo, ser conscientes, de una vez por todas, de que nuestra ciudad —y, muy especialmente, su ambiente cofrade— nada tiene que ver con Sevilla, Córdoba, Huelva, Granada, Málaga… (por hablar de algunas ciudades de esa referencia geográfica que para «todos» representa el Sur). Una cosa es beber de esas realidades cofrades en términos organizativos, estéticos…, y otra muy distinta querer trasladar aquí todo lo de allí, pues ni las circunstancias, ni la ciudad, ni el público, ni la realidad vital y social de los hermanos se pueden comparar (y sin embargo, atendiendo a un mal entendido «beber de allí», se están llevando a cabo auténticos despropósitos).
Dicho lo cual, hoy por hoy, una carrera oficial de esas características es en mi opinión inviable. Es cierto que hay hermandades que por «proximidad» podrían llegarse a la Catedral, pero pensemos que otras, como Medinaceli o la nuestra, para ir y volver de regreso a su sede tendrían que pasarse en la calle entre ocho y diez horas (si no alguna más). Y eso, hoy por hoy, es inasumible. En primer lugar, por la propia realidad de las hermandades y por los recursos, fundamentalmente humanos —y no hablo de cuadrillas—, de los que disponen; pero también, porque estamos hablando de una ciudad como Madrid, donde el público vive la Semana Santa de una manera que dista muy mucho de cómo lo hace el de otras ciudades (imaginemos una cofradía de vuelta a su templo bien entrada la madrugada. ¿Qué público habría en la calle a su paso? Por no hablar de las características de los barrios por los que discurrirían…).
Lógicamente, como a cualquier «capillita», me gustaría ver más hermandades en nuestras calles pero, por muchos motivos, Madrid es una ciudad muy compleja desde el punto de vista cofrade. Sin entrar a valorar la vida de Hermandad, de la que participan generalmente un reducido número de hermanos (en proporción con el total de la nómina), y limitándonos a aspectos propios de las salidas procesionales, basta con echar un vistazo a los cortejos de las cofradías, por lo general bastante cortos; incluidos los de hermandades como Gran Poder y Macarena (que cuenta con un número de hermanos elevado), Estudiantes o Gitanos —por citar algunas de las que quizás puedan tener un mayor «tirón» y una mayor afluencia de público en las calles—, que superan, sí, pero no por mucho, el centenar de nazarenos (quizá «El Pobre» pone en la calle un cortejo que podríamos considerar «amplio»). Y todo ello sin olvidar que no pocos cofrades (hermanos de a pie y, sobre todo, costaleros) forman parte de varias hermandades…
Porque hablamos de cofradías de nazarenos, que parece que a veces se nos olvida la naturaleza de estas corporaciones. Si a lo que aspiramos es únicamente a poner pasos en la calle, con un cortejo rellenado de cualquier modo, y no otorgando a la figura del nazareno la trascendencia que tiene, quizá mejor optar por hermandades de gloria… ¿No?
P.33 ¿Ve la carrera oficial en Madrid como una opción o una utopía? ¿Cree que en la Semana Santa de Madrid, con la poca cantidad de hermandades que tiene, están bien organizadas las estaciones de penitencia?
Ya he valorado en la pregunta anterior lo relativo a la carrera oficial.
Por otra parte, creo que quizá habría que plantearse reorganizar el día de salida de las cofradías. Por ejemplo, personalmente opino que el Jueves Santo cabría alguna cofradía más (aunque habría hermanos a los que podría afectar esta circunstancia, al serlo de cofradías que podrían coincidir en el día); y que, indudablemente, al Viernes Santo «le sobraría» alguna, teniendo en cuenta que es el día en que más cofradías procesionan y que, entre ellas, lo hace la de Jesús de Medinaceli, que es la que mayor devoción popular congrega.
En todo caso, una posible reorganización habría que realizarla teniendo en cuenta, claro está, que Lunes Santo y Martes Santo son días que «no se pueden cubrir» dadas las características de Madrid y de la gente vinculada a sus cofradías. Pero quizá habría que valorar abrir días como el Sábado de Pasión al modo de lo que se hace en otros lares con las hermandades de vísperas (quién sabe, igual hasta mi propia Hermandad podría plantearse la posibilidad de concurrir ese día, llegado el caso). Aunque hubiera quien no pudiera verlo desde una perspectiva litúrgica, creo que podrían solucionarse algunos problemas importantes que tenemos actualmente y permitiría afrontar algunas mejoras que redundarían en beneficio de todos. Y, al fin y al cabo, litúrgicamente ya existen a día de hoy algunos desajustes…
Sin duda, Santo Entierro la pasaría al Sábado Santo, como ya fuera años ha. En no pocas ocasiones ya ha surgido en conversaciones de nuestra Junta de Gobierno cómo nos gustaría colaborar con esta hermandad en realizar una salida procesional mucho más solemne y estética. Del mismo modo que igualmente hemos comentado repetidamente lo «fácil» que resultaría organizar una procesión el Domingo de Resurrección, en la que bastaría contar con un cortejo formado por representaciones de todas las hermandades vistiendo sus túnicas y con sus estandartes. Paso habría, costaleros habría, acompañamiento musical habría… (Ya habrá quien de seguro se apuntará esta iniciativa como propia, ya veréis)
Como ya decía anteriormente, tengo bastantes ideas que creo que podrían mejorar nuestra Semana Santa y sus cofradías y que estaría encantado de trasladar a la autoridad eclesiástica llegado el caso. Pero para ello harían falta un cambio de mentalidad y de actitud; por parte de todos…
EN LO PERSONAL, EN PROFUNDIDAD.
P. 34 ¿Por cuál de los Benditos Titulares y advocaciones, ya sean Cristiferas y/o Marianas, que alumbran y dan sentido a nuestras corporaciones penitenciales siente mayor devoción, independientemente de que sea hermano de nómina de estas corporaciones?
Con las imágenes de mi Hermandad he convivido desde que tengo recuerdos —a excepción de la de la Virgen, que llegó más tarde—, por lo que las siento tan cercanas que el aspecto devocional, que lo hay, cómo no, es como si pasara a un segundo plano. Es como si formaran parte de mi propia familia…
Dicho esto, quien me conoce sabe que tengo especial debilidad por el Señor de la Salud y por María Santísima de la Esperanza Macarena.
Igualmente, me llegan mucho el Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón y Nuestro Padre Jesús el Divino Cautivo.
En Madrid hay multitud de imágenes de una enorme calidad artística, con unción, en torno a las cuales se podrían haber fundado hermandades (como hiciera la Hermandad de los Estudiantes en su momento con la imagen del Señor).
P.35 Como cristiano que demuestra parte de su fe a través del mundo cofrade, ¿cómo influye esto en su vida? ¿Cuánto ha cambiado su percepción de cristiano el pasar por Hermandades?
Las hermandades siempre han formado parte de mi vida, por lo que mi percepción no ha cambiado; siempre ha estado presente en mi forma de entenderla.
P.36 ¿Qué le falta por hacer en el mundo cofrade?
Siempre faltan cosas por hacer, aunque no podría/sabría enumerarlas en un listado, si bien de algunas de mis respuestas anteriores pueden deducirse fácilmente algunos proyectos que me resultarían especialmente interesantes (y no hablo de mi Hermandad, sino del conjunto de nuestra Semana Santa y sus cofradías).
En cualquier caso, espero poder seguir sirviendo a mis hermandades en lo que de mí precisen y en la medida de mis posibilidades…
P.37 Internet y RRSS, ¿las usa? ¿Qué opina de su irrupción en el mundo cofrade? ¿Cuánto de importante son para la Hermandad del Silencio las redes sociales? ¿Cree que les queda mucho trabajo por realizar en ese campo?
No tengo perfil en ninguna red social. Entiendo las ventajas que pueden aportar —y de hecho aportan— haciendo un uso racional y productivo de ellas, pero a mí particularmente no me interesan, y me parece que se están convirtiendo en una especie de «monstruo» que domina nuestro día a día; cada momento, cada instante…
No entiendo esa necesidad permanente de comunicar, la inmediatez en hacer todo público, de exponerse públicamente en todo momento —cuando hablamos en lo personal— y tratar de dar una imagen de cómo es nuestra vida dando por sentado que a los demás les interesa (como evidentemente así es para una mayoría, dada la realidad de las redes sociales, que es la que es).
Como digo, son herramientas que bien empleadas pueden resultar de gran utilidad, importantes como medio de comunicación, si bien creo que más que aportar, están restando a las relaciones interpersonales y a la capacidad de la gente por entender esa información que le llega, a la que se presta la atención justa para saltar enseguida a otra cosa, lo que a la postre provoca precisamente que el mensaje no cale, que la información no se entienda o no perdure.
P.38 ¿Podría decirnos su marcha preferida en sus diferentes vertientes, una para AM, una para CCyTT y una para Banda de Música? ¿Y en qué bandas piensa para que toquen estas composiciones?
La verdad es que no tengo una marcha preferida; como creo que a «todos», me gustan muchas de cada estilo, y es difícil hacer un listado.
Agrupación: aparte de, como decía antes, las de corte más clásico, por mencionar alguna de cada estilo, Redención, Pasión y Amargura; Pasa la Virgen del Refugio; Entregado a su Pueblo; Rosario; Cristo de San Julián…
Me gusta cada una en su estilo: Virgen de los Reyes, Arahal, Encarnación, Redención… Y Pasión de Linares, que creo que está a un nivel tremendo (su estreno de este año en la Semana Santa sevillana con el Cautivo de Santa Genoveva creo que ha estado a la altura).
Siempre he sido ferviente defensor del repertorio propio de las agrupaciones, así que citaré algunas composiciones de las agrupaciones que me resultan más cercanas:
- La Cena: En verdad os digo; De Esperanza; A los sones de un sentimiento…
- El Perdón: Cautivo de tu Merced; De vuelta a ti Señor; Un rosario de vida…
- Santo Tomás de Villanueva: De Capuchinos al cielo; Aromas de un barrio…
Banda de cornetas y tambores: En mis recuerdos; Y fue azotado; ¡A esta es!…
Soy más de Cigarreras, pero lógicamente me gustan mucho también Presentación al Pueblo, Tres Caídas y Rosario de Cádiz.
Banda de música: Alma de la Trinidad; Madre de Dios de la Palma; Jesús de las Penas, una Oración…
Aquí, tengo especial predilección por La Oliva de Salteras…
Aprovecharé, no obstante, para hacer un guiño a «lo nuestro», a La Lira, teniendo en cuenta quiénes colaboran en estas entrevistas y otros contenidos. Su nivel musical es indiscutible desde hace años, así como encomiable el trabajo que viene realizando desde hace tiempo en el ámbito de la formación musical; y me alegra que poco a poco se haya ido ganando un hueco como «banda cofrade», pues una cosa es tocar en conciertos en auditorios, iglesias…, y otra distinta hacerlo en la calle, detrás de un paso. Ahí se requieren otras herramientas más allá de la mera calidad musical.
Particularmente me llena de orgullo que ahora tengan como referente de su repertorio Mi amargura —recientemente, en el pregón de la Hermandad de Medinaceli, la ensalzaban como algo especial, en presencia de su autor, Víctor Manuel Ferrer Castillo—, pues José A. Mira Guerrero y yo mismo les insistimos en que la montaran y la incluyeran en su repertorio para interpretarla durante la procesión de alabanzas que se celebró tras la bendición de María Santísima de los Desamparados, en el año 2013.
P.39 ¿Ves bueno trasmitir desde la cuna a los hijos el amor por el mundo cofrade o es mejor esperar a que ellos decidan?
Cuando la vida de hermandad forma parte de tu día a día y está integrada de manera natural en el conjunto de tus actividades familiares, inevitablemente los hijos participan de ese mundo. Pero eso no significa que haya que forzarlos a que lo sientan de igual modo. Lo lógico es que así sea, que salga de una forma natural; y, por supuesto, siendo algo que ellos hagan porque quieran, no porque se les imponga.
P.40 Dedica una chicotá.
A todo aquel que sufre, por el motivo que sea… Que todos nosotros seamos capaces de empatizar con ellos y contribuir a aliviar su sufrimiento; aunque solo sea a través de esas pequeñas cosas tan importantes que en ocasiones no valoramos…
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Muchas Gracias José Manuel