NUNCA MÁS ESTARÁS SOLA por Pablo Martín del Viejo

 

   Un nacimiento siempre es motivo de alegría, más aún si se trata del nacimiento de una cofradía…

   En el verano del año pasado (2019), nació una cofradía gracias a la iniciativa de un resuelto Párroco y un grupo jóvenes, que han decidido ligar sus ajetreadas vidas, a rescatar una imagen prácticamente olvidada en un rincón en la iglesia de un convento, reconvertido en hotel.

   En la madrileña localidad de Boadilla del Monte una preciosa dolorosa ha vuelto a sonreír, viéndose rodeada de personas, que, de repente, han decidido devolverla a la vida, y al igual que narra la parábola bíblica del hijo pródigo, está preciosa Virgen ha recibido a sus hijos con los brazos abiertos.

   La Santísima Virgen de la Soledad, que es como sus hijos la han rebautizado, es una talla en madera, erguida, de vestir, con candelero cilíndrico policromada en cabeza, con las manos también policromadas, entrelazadas en posición orante y con una preciosa expresión de dolor en su rostro. Una imagen tipo de la escuela castellana de la que a día de hoy se desconoce su autoría.

Escapulario de la nueva corporación.

 

   En la actualidad, la imagen se encontraba en la capilla izquierda de la Iglesia Parroquial del convento carmelita de la Encarnación, escondida tras un biombo que se usa como confesionario y a los pies de un crucificado. Junto a Ella, una pequeña imagen de la Virgen del Pilar decora este lugar de recogimiento. Desde que la cofradía se encargó de Ella, el Párroco, promotor primordial de la nueva corporación, D. Julio, decidió situarla delante del biombo, para que toda la feligresía pudiera percatarse de su presencia. A día de hoy, como forma de rogativa a la Santísima Virgen, pidiendo el fin de esta pandemia que nos tiene confinados en nuestras casas, el Párroco ha decidido colocarla junto al Altar Mayor.

Santísima Virgen de la Soledad

 

   Desde que este grupo de cofrades dio el paso de rescatar a la Virgen, la ilusión se ha apoderado de este pueblo: nazarenos, acólitos, monaguillos, damas de mantilla, anderos, etc…se han estado preparando intensamente para lograr este pequeño sueño. Con la ayuda de las hermandades ya existentes en Boadilla y las de otros municipios aledaños, han ido conseguido todo lo necesario para poder hacer su Estación de Penitencia, que se hubiera celebrado mañana, Viernes de Dolores. Una pequeña parihuela con la que poder ensayar y sacar a las calles de Boadilla a su dolorosa, flores, banda de música, hábitos de nazarenos, cera, etc… todo ello rodeado de una mezcla de ilusión y nervios. Esta pandemia no ha hecho mella en estos sentimientos, estos nuevos cofrades ya están pensando en algunas fechas intermedias cuando todo esto acabe para poder posesionar en acción de gracias con su imagen.

   Los que tenemos el grandísimo privilegio de haber vivido este nacimiento, no tenemos más que expresar la admiración y el orgullo por el trabajo que esta nueva familia cofrade está realizando.

   Como cofrade solo tengo que daros las gracias por devolverle la luz a esta preciosa imagen. Vuestra iniciativa marcará un antes y un después tanto en Boadilla como en el mundo cofrade madrileño. Que hayáis iniciado este camino no es casual, Ella ha querido volver a sentir en su rostro, el frescor del aire que respiran las encinas que rodean ese precioso pueblo de Boadilla del Monte y os ha indicado el camino a seguir para que esté sueño, suyo y vuestro, se haga realidad.

   Pablo Martín del Viejo

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