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   Le faltaba poco para morir cuando Jesús dijo a María: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo amado: “Ahí tienes tu madre”; y desde aquella hora Juan recibió a María de Nazaret entre sus cosas, como alguien muy suyo.

   Recibir a María como regalo del Señor es parte esencial de la vida cristiana. ¡Cuánto más de aquellos que son parte de una hermandad!

   Miremos bien que lo más importante que hace una hermandad durante el año no es la Estación de Penitencia, sino generar y vivir plenamente la hermandad. Vivir como hijos de Dios, en el seguimiento de Cristo, con la singular ayuda y atención puesta de María, “la que muestra el camino”.

   ¡Y de modo muy singular los costaleros! Me gusta pensar en los costaleros como los cimientos de un edificio, ocultos, suficientes, unidos, sólidos, armonizados en la colocación y distribución de las cargas, que también hacen su labor en el sacrifico oculto de sus familias, a quien siempre debemos reconocer y mostrar nuestra gratitud.

   Ahora necesito que todos, costaleros, nazarenos, penitentes, mujeres de mantilla, devotos, bienhechores, gentes de buena voluntad y amigos, prestemos atención a un hecho: No tenemos una casa digna para la Madre.

   TENEMOS UNA MISIÓN. Construir una parroquia, crear vida nueva y grande en el joven barrio del Ensanche de Vallecas. Sólo así podremos crecer y consolidar jurídicamente nuestra existencia de un modo definitivo. No pongamos antes el tejado que los cimientos. Creo, sinceramente que la Virgen de la Estrella prefiere una casa a tener por el momento un palio. Todo llegará, a su debido tiempo.

   Pero estoy totalmente seguro de que la Virgen de la Estrella quiere ya, desde ahora, tener más hijos que cuidar y cuidar más a los hijos que hoy ya la llamamos Madre.

   Démonos cuenta: Honrar a la Madre es vivir como hijos de Dios, a la imagen de su hijo. Es decir, más caridad, más conocimiento de Cristo, más seguimiento de sus huellas por el camino de los Sacramentos, más oración en casa, más entrega en el trabajo, más cuidado de nuestras familias. Mas frutos, visibles e invisibles. Más ilusión por sacar adelante, JUNTOS, esta misión: Construir un templo en el Ensanche de Vallecas.

   Podemos conseguirlo, aunque nos costará esfuerzo. Churchill animó a los ingleses a luchar con las famosas palabras: “Sólo puedo prometeros sangre, sudor y lagrimas”. En nuestro caso la promesa es menos dramática, porque el Señor pone su sangre y la Virgen sus lágrimas. A nosotros nos toca el sudor, porque las suscripciones tienen que doler un poco, como lo hace el peso del costal en la cerviz de un costalero. (descargar aquí suscripción).

  Necesitamos tu ayuda, y la de otros que tú consigas entusiasmar, con este proyecto de grandeza. Dios os bendiga y María, Estrella, guíe tus pasos y a tu familia al Cielo, a Cristo.

P. Álvaro Montero, DCJM
Párroco de Sta. Mª Josefa
del Corazón de Jesús

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  Para ayudar en la construcción del nuevo templo, además de todas las contribuciones puntuales que serán bien recibidas, se ha dispuesto la posibilidad de suscribirse en una ayuda periódica que contribuya a que por fin le demos una casa digna a nuestra Madre.

Para descargar la suscripción clicar sobre la imagen. 

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  Una vez completada enviar por mail a:

parroquiasantamariajosefa@gmail.com

 O por correo convencional a:   

Parroquia de Sta. Mª Josefa del Corazón de Jesús –
Av. de la Gavia, 25 – 28051 – Madrid. –
www.laparroquiadelensanche.es/
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