Querido Hermano, gracias por permitirme que escriba para tu página web.

   Tuve la fortuna de estar presente en la Aldea del Rocío el pasado 4 de mayo, por lo que intentaré contar con mucho cariño las sensaciones que sentí allí ese día, dentro de la Ermita, viendo y acompañando a todos los representantes de las Hermandades rocieras que han participado en la creación de la Corona de Amor. Corona que todos deben conocer, ha sido realizada con el oro fundido, que han entregado los rocieros y rocieras de muchas hermandades rocieras además de algunos particulares.

   Hace unos meses, nació la idea de hacer y regalar una nueva corona para la Virgen del Rocío y así conmemorar el centenario de su coronación. Para que tuviera todo el sentido, a parte de su valor material, se pensó que sería bueno que todo el que pudiera, regalase las cosas de oro que “dormían” en los joyeros y en los cajones de los rocieros y rocieras. Hay que reconocer que la idea fue muy bien acogida por todos, ya que además se dio a conocer que si recogía bastante oro, conjuntamente a la elaboración de la Corona, se ayudaría a una obra benéfica, siendo elegido para esta ayuda el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Cuestión que finalmente así se ha hecho, recibiendo el donativo la obra social del hospital como nos explicaba ese día en la misma Ermita el presidente de la Comisión creada designado para la recogida del oro, cuando fue entregada la Corona para su bendición.

  Se invitaron a varios orfebres para elaborar el diseño y posterior fabricación de la Corona de Amor de nuestra Madre y la Corona del Pastorcito Divino, que ha sido regalada por el pueblo de Almonte, siendo elegida la propuesta del taller de Orfebrería Hermanos Delgado López. Tuvimos la fortuna de escuchar de propia voz del orfebre, como este fue explicando los motivos del diseño.

   A parte de lo material y el valor del oro regalado, lo que a mi verdaderamente me emocionó, es ver la devoción de todos los hermanos rocieros que esa mañana acompañábamos a la Blanca Paloma y ver el sentir de la procesión que acompañó a la Corona por la Aldea del Rocío.

   Abría la procesión lo piteros/tamborileros. Cada Hermandad colaboradora estaba representada por dos miembros de su Junta de Gobierno, encabezados por su Presidente o por el Hermano o Hermana Mayor. Vestidos para la ocasión, con sus medallas y sus varas, iban precediendo a la Corona, que era portada por miembros de la comisión.

   Cuando llegaron a la puerta de la Ermita y se abrieron las puertas, los toques de los tamborileros, te ponían la carne de gallina, la emoción embargaba todos los corazones rocieros. Que escalofríos sentí, fue muy emocionante.

  De dos en dos entraron todos los componentes de la procesión, terminado esta, al final, entró la Corona con sus portadores.

  La Hermandad Matriz presidia el acto, colocados frente al altar. La Corona le fue entregada a D. Francisco Jesús Martín Sergo, párroco de Almonte, capellán de la Ermita y director espiritual de la Hermandad Matriz y a la vocal de Cultos, también de la Hermandad Matriz.

  Momento en el que todos los presentes rompimos en aplausos alegría, pues la Corona de Amor, está hecha con los pedacitos de oro fundido que hemos ido regalando, poco a poco, todos los hermanos rocieros, teniendo esta algo de nosotros.

   Estos recuerdos los guardo ya en mi corazón y espero con alegría el día que sus camaristas, engalanes a nuestra madre con la Corona, y su brillo se refleje en las caras de todos lo que podamos estar presentes ese día, y así conmemoraremos el centenario de la coronación de nuestra querida Madre.

¡¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO!!
¡¡VIVA EL PASTORCILLO DIVINO!!

Carmeli Gonzalez