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Hoy, 27 de diciembre, celebramos la festividad de San Juan el Evangelista, quien es adoptado como patrono de la juventud cofrade. Por eso para este día, siempre he buscado la colaboración de uno de estos jóvenes, comprometidos y valientes.
Un año más tengo la gran suerte que colabore con esta página web uno de ellos, concretamente una, Carlota Urbano Martínez, a quien he visto crecer en el Grupo Joven de Los Gitanos.
San Juan era para Jesucristo el discípulo amado; pues para mí, estos jóvenes a los que tuve la suerte de “dirigir” en mi etapa de Diputado de Juventud, nunca dejaran de ser mis pequeños «San Juanes».
Carlota, que sepas que es para mí un honor y sobre todo un gran orgullo que escribas en esta página.
Carlos Elipe Pérez
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LOS HÉROES EN LA SOMBRA por Carlota Urbano Martínez
14 de marzo de 2020. El día en el que nuestras vidas cambiarían por completo.
Negocios cerrados, histeria colectiva, supermercados a rebosar, estantes de tiendas vacíos por completo,…. Todo era un caos.
Ese día nos “encerramos” cada uno en su casa, comenzamos a hibernar en primavera, pero sin saber cuándo tocaría volver a salir. Siendo honesta, fueron días duros, convivir con 5 personas en una casa durante tres meses no fue fácil; sin embargo creo que me hizo reflexionar, nos hizo reflexionar a todos.
La cuarentena supuso un parón en la vida, un punto y aparte, un semáforo en rojo antes de cruzar. Y esta, nos dio (o por lo menos a mi) otra visión de la sociedad; nos demostró la esencialidad de cada uno de nosotros, los ciudadanos, en una sociedad común como es en la que vivimos. Repartidores, trabajadores de supermercados, policías, médicos,… Todos ellos han sido nuestros héroes en la sombra a lo largo de nuestras vidas, pero ha hecho falta una pandemia para que estas maravillosas profesiones brillen.
En mi Hermandad creo que sucede algo parecido.
Hace ya unos años, decidí unirme a este grupo de cristianos que se reunían de vez en cuando y con los que salía de procesión en Semana Santa porque me llamaba la atención el buen ambiente que se respiraba allí. Y un día descubrí que la Hermandad iba un poco más allá.
Esto sucedió una mañana de un 4 de enero, el día en el que vienen los Reyes Magos a la Hermandad a traerles regalos a los niños. Esa mañana, mientras preparábamos las cosas, una señora llamó a la puerta. Como no había nadie decidí abrirle y preguntó por Julio (el Hermano Mayor). Yo, como no sabía dónde estaba, le dije a la mujer que esperase dentro para que no pasase frío hasta que alguien pudiese atenderla. La mujer lleva un hiyab lo cual, sinceramente, hizo que me preguntase el porqué preguntaba por el Hermano Mayor de una hermandad cristiana. Ella al entrar sonrió y hablamos un rato hasta que me contó por qué estaba allí: quería darle gracias a la Hermandad por su labor social y por haberle ayudado tanto con su familia. Ese día, la Hermandad tuvo aún más sentido para mí. Esta tiene una cara en la que es concebida como un lugar de ocio y tiempo libre cristiano, pero algo más oculta tiene otra. Gente como la mujer musulmana con la que hablé, acuden diariamente a la hermandad pidiendo ayuda.
Y es por eso por lo que a la Hermandad la considero uno de esos héroes en la sombra que en el fondo ayudan a la sociedad con su gran labor humana.
Carlota Urbano Martínez.
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