El viernes dos, primero del mes de marzo con todo lo que ello significa en cuanto al devocionario y carga cofrade para un madrileño se refiere, fue presentado el séptimo número de la revista de «SEMANA SANTA MADRID 2018».

  Presentada en esta ocasión en la sede de la Hermandad del Silencio, sin duda, lo que más ilusión me ha producido este año, es que nuevamente la portada de la revista vuelve a ser una imagen de Rodolfo Robledo, y van tres consecutivos, en este caso, la de Nuestro Padre Jesús del Perdón, uno de los titulares de mi querida Hermandad de la calle Atocha.

  Para rematar mi suerte, tuve la fortuna de acudir al acto en representación de Rodolfo, ausente de este por cuestiones profesionales; acto durante el cual se reconoció su labor como fotógrafo de la portada y poder así ser yo el que recogiera dicho reconocimiento.

  Puedo contar con cierto orgullo, que desde sus inicios he podido colaborar con la misma, la revista se entiende, si bien es cierto, de manera muy modesta, aportando algún pequeño texto o alguna fotografía, para alguna de sus ediciones pretéritas, cuestión que también ha pasado este año y así aparece mi nombre entre sus colaboradores.

  Es por todo ello que, he creído que era una buena excusa para que escriba otra historia de mi vida cofrade y hable de lo que conozco en primera persona y se de esta revista, desde sus mismos inicios.

  Lo he venido a llamar:

 Si no tengo mala memoria, durante el año 2011, siendo el “Cura Paco” quien entonces presidía lo que podíamos llamar algo parecido a un “Consejo de Cofradías”, reuniéndonos a todas las corporaciones un lunes de cada mes en torno a una mesa en el Arzobispado, cuando se fraguaba al fin un propósito común de todas las Hermandades y Cofradías. Fui testigo, como digo en primera persona de cómo se fue logrando crear y mantener con todas las corporaciones allí presentes, una estrecha relación de alianza, defensa y fraternidad, de la que salieron por ejemplo, los conciertos benéficos de Cuaresma. Por eso añado siempre a “Cura Paco” lo de añorado.

  Y no solo los conciertos amparados por ese Consejo, apareció un DVD, teníamos un espacio actualizado en la página web del Arzobispado, incluso generamos un emblema que sirvió para identificar  los actos amparados por el Consejo de Hermandades y Cofradías y como no, surgió una revista….

  Con el inmenso potencial de una ciudad y una Semana Santa como la de Madrid, parecía mentira que no existiera ya una publicación editorial periódica dedicada a sus cofradías. Y no sería una novedad, ya que los más viejos nos contaban el antiguo precedente de aquella publicación anual, al modo de la época, que editaba la Hermandad de Cruzados de la Fe y que trataba, allá por los años cuarenta, cincuenta y sesenta, sobre aspectos religiosos e históricos de nuestra Semana Santa. Viendo además con cierta envidia como en ciudades de mucha menos enjundia que nuestra capital, cuentan desde hace años con este tipo de publicaciones.

  Dentro de la intrahistoria de la aparición de aquella primera publicación de la revista, hoy se puede contar que: Para arrancar el trabajo, los contenidos y una lógica coordinación de la revista se contó con la persona más indicada en ese momento, con D. Enrique Guevara Pérez, vinculado como secretario del existente Consejo de Hermandades y Cofradías y persona que gozaba de la confianza de las corporaciones allí representadas.

  Para empezar a definir el proyecto se puso en foco en dos cuestiones. La primera, se debía hacer algo en común que diera sus frutos, demostrando que salvadas las relaciones entre unas y otras Hermandades, lo fácil es hacer cosas juntas, que además sirviera para demostrar cómo se consiguió, que aquel Consejo como tal, funcionaba. La segunda; dado que aquel Consejo únicamente cumplía una labor de coordinación y rectorado, no estando constituido como un órgano administrador de nada y no contando con ningún tipo presupuesto económico, hubo que plantearse el cómo afrontar el proyecto en un mundo en el que nada es gratuito, o lo que es lo mismo, que el proyecto común no repercutiera en las arcas de las Hermandades.

  Así que fue él, Enrique, y no otros, quien cuajo y llevo a cabo todo el trabajo. Sé, porque él lo ha contado que incluso solicitó asesoramiento a otros Consejos de Cofradías en otras ciudades para valorar como editarla, como financiarla, que suponía poner en la calle una revista de carácter anual. Fruto de todo el trabajo se encontró la solución definitiva, y cómo la publicidad pasaba a ser la solución a los problemas económicos.

  Fue también él quien contactó con una empresa que unificaba en sí misma la gestión publicitaria, la maquetación, la impresión y la distribución de la revista, todo lo cual unificaba criterios en la cadena y abarataba costes.

  Fue, quien nos explicó que la revista pasaría a tener tres partes bien definidas: en primer lugar una parte informativa constituida por noticias acaecidas durante todo el año, así como avisos a futuro, en segundo lugar una parte divulgativa conformada por una especie de fichas de cada cofradía con sus fotografías y datos más básicos, y en tercer lugar una parte histórico-artística a través de una serie de colaboraciones en donde se diera cabida a la participación de plumas y al reconocimiento del bagaje de nuestra Semana Santa.

  Y así nació la revista, con el calificativo de «oficial», SEMANA SANTA MADRID, un proyecto común de los integrantes de aquel Consejo, en donde nadie debía poner esfuerzo, ni dinero alguno y que a su vez repercutía en propaganda y divulgación de toda la Semana Santa madrileña en su conjunto.

  Para la primera portada, hubo dos ideas. Los pesimistas pensando que el proyecto pudiera no ir más allá de aquel primer año, propusimos que la portada fuera no vinculante a ninguna Hermandad, escogiendo un detalle genérico de nuestra Semana Santa. Los optimistas convencidos de que la empresa iba a perdurar en el tiempo, pensaron en dedicarle la portada a cada una de las Hermandades. Optando por el optimismo, escogiendo el lógico orden de su salida en Semana Santa, la primera portada fue dedicada a la Hermandad de Los Estudiantes, amén de que la de la Borriquita aun no formaba parte de aquel Consejo, apareciendo el Santísimo Cristo de la Fe y el Perdón.

  Bien es cierto que con un trabajo siempre mejorable, que va puliéndose con los años, vimos nacer el primer número correspondiente a la Semana Santa de 2012; y después vino el de 2013 con la portada dedicada a mí Hermandad de Los Gitanos y presentada en el Carmen, y el de 2014 dedicado a la Hermandad del Divino Cautivo, y el de 2015 dedicado a la Hermandad de la Macarena, donde tuve el honor de participar en la presentación……

                  

  El año 2016, llegó el nuevo Obispo a la archidiócesis, conllevado como es lógico y natural, algunos cambios en el equipo de gobierno que propiciaron un cambio de Asistente Eclesiástico para las Hermandades y Cofradías de Madrid. Consecuencia, desaparecieron aquellas reuniones de los lunes en el Arzobispado, desaparecieron los conciertos de cuaresma amparados por el Consejo y apareció un pensamiento general de que la revista correría la misma suerte.  Sin embargo, con un derroche de persistencia de quien ofrece todo lo que tiene, ejemplo sirva también de como La Lira vuelve a ofrecer un año más un concierto solidario para todos en la S.I. Catedral, Enrique no dudó en continuar entonces de manera independiente con la publicación, donde y para poder seguir y dar a la misma una cobertura legal e institucional, tomó cobijo en la Asociación para la Investigación de la Semana Santa.

Todos debemos entender el punto de inflexión que ha supuesto para la revista estos cambios, pese a los cuales y con el ejemplar de este año en mis manos, creo se ha manteniendo la línea editorial, resintiendo firme.

  Ese 2016, finalmente fue presentada la misma en el Casino Militar de la Gran Vía, con gran asistencia de público y con soporte de muchas de las corporaciones madrileñas, dedicando la portada al Cristo de los Alabarderos con una magnifica fotografía, una vez más, de Rodolfo Robledo y contado en su interior entre otros contenidos, una carta firmada por el nuevo arzobispo diocesano.

 El año pasado, nuevamente la revista acudió a su cita cuaresmal anual, publicando su sexto número, en este caso con la portada dedicada a una Hermandad que se había quedado en el camino, ya que su inclusión en la nómina de la Semana Santa le había hecho pasar el turno para ocupar la portada: la de la Borriquita, y también en esta ocasión con una fotografía de Rodolfo Robledo.

  Y así he visto y vivido estos ultimo años hasta que: “El viernes dos, primero del mes de marzo con todo lo que ello significa en cuanto al devocionario y carga cofrade se refiere, fue presentado el séptimo número de la revista de Semana Santa de Madrid 2018..…..»

   Además y para completar este articulo, el viernes dos de marzo dentro del mismo acto, se presentó el cartel anunciador del Vienes Santo 2018 de la Hermandad del Silencio, estando como testigo excepcional y en devoto besamanos el Nuestro Padre Jesús del Perdón, protagonista de la portada de la revista, repuesto al culto tras su reciente restauración, momento a los cuales pertenecen las siguientes imágenes.

Por Carlos Elipe Pérez.