HAY QUE SEGUIR por Ana Belén Hernández

Este año está siendo seguro el más tanto atípico de nuestras vidas cofrades. Nada de procesiones, prácticamente sin cultos y sin poder tener esos besamanos o besapies que tanto acercan Nuestros Titulares al pueblo.

Pero no puede ser todo tan diferente, hay que seguir con nuestras tradiciones. Por eso nos vemos inmersos en los preparativos del 14 y 15 de septiembre, días en los que celebramos la Exaltación de la Cruz y la Virgen de los Dolores.

Es seguro con un sentimiento diferente, sin poder exponer a nuestras Benditas Imágenes de la manera que hubiéramos deseado, pero siempre con el mismo valor y cariño con el que lo haríamos cualquier otro año.

Ayer, mientras preparábamos un pequeño altar, viéndolos a Ellos, note una sensación que nunca había tenido, añoranza.

Recordando como lo habíamos hecho otros años y como este lo estábamos haciendo, me vino a mi memoria como hace dos años presentábamos a nuestro Cristo después de su restauración, o a su Madre un año antes, también después de su vuelta de Córdoba. 

Como pensar por aquel entonces, que esto nos podría estar pasando,  no poderlos darlos a besar, ni siquiera entregar sus estampitas por miedo a un contagio del virus.

Cristo de la Misericordia y Santísima Virgen de la Soledad

Pero aunque sea así, de esta manera tan diferente, va a ser esta vez con el mismo amor y devoción a ellos. Hemos preparado todo para que en sus días luzcan igual de esplendorosos y si cabe, aún más cercano a todos, aras del suelo, para ser adorados por sus devotos fieles

Tengo al menos la sensación de que nos están guiando y protegiendo más.

Ayer con solo ver sus caras y como nos miraban mientras les arreglamos, tuve la sensación de su abrazo y de su ayuda ante todo lo que estamos pasando.

Ojalá todo esto nos sirva para darnos cuenta que las cosas más sencillas hay veces que son las más sentidas y que el fin de todo esto es acercarnos a Ellos lo más posible.

Y para que sepamos apreciar los buenos momentos que pasamos cuando estamos todos juntos en estos preparativos tan significativos para nuestra Hermandad.

Ana Belén Hernández

Hermana Mayor

Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad

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