Hoy publico un pequeño extracto del discurso de agradecimiento que se pronunció en la entrega del premio Manos Morenas 2018, entregado el sábado veinte de octubre en la Hermandad de Los Gitanos de Madrid, para el cual se usó uno texto escrito por mi.

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“Trata a los demás como quiero me traten”. San Mateo (7. 7-12)

Creo que esta frase extraída de los Evangelios que tanto uso en mí día a día es María Amor.

María de la Encarnación Ramírez Puertas “Mari Amor” te trata así, es descarnada, poniéndote las peras al cuarto cuando tiene que serlo y se pone a tu servicio con la humildad de un peón de ajedrez cuando es necesario. Y lo hace como quiere que se comporten con ella, de frente y por derecho.

Posiblemente, el no tener medias tintas le ha granjeado más de una enemistad; pero no estamos para valorar sus amistades, filias y fobias. Estamos para valorar el trabajo que María ha desarrollado durante sus años de pertenencia en nuestra bendita Hermandad, que son todos los de la Hermandad, ya que pertenece a esta desde su fundación. Y este es inmenso, inconmensurable y por tanto digno de elogio y reconocimiento.

No puedo hablar de los inicios de nuestra corporación pero desde que yo pertenezco a la Hermandad, la hemos conocido Vestidora del Señor, como Fiscal o como responsable de los hábitos y albas de acólitos de la Hermandad, con un trabajo al frente de estas responsabilidades, intachable e insisto, digno admirar.

Pero ese “actividad pública” es la punta de un gigantesco iceberg. He visto en primera persona su trabajo para que salgan nazarenos en nuestro cortejo, no a cualquier precio, si no como Dios manda. La he visto descolgar su teléfono y hacer todo lo necesario para que las cosas funcionen y salgan adelante. He recibido sus consejos y lecciones cuál cátedra. He visto…. tanto bueno que llenaría un libro entero. Y siempre sin mirar el reloj, ni medir el esfuerzo, sin pedir nada a cambio.

María es un ejemplo para mí de lo que debe ser un cristiano.

No es amistad personal, que la hay. Es reconocer con este galardón el trabajo bien hecho, para y por nuestra Hermandad nazarena durante ya veintidós años.

Carlos Elipe Pérez.