YO NO LO CAMBIO por Ana Belén Hernández

Hace ya muchos años iba a las procesiones de Semana Santa con mis padres, con mucho respeto, por que los penitentes me daban miedo. Siempre hacíamos lo mismo, íbamos a verla salir de la iglesia, pasábamos a ver el Monumento y después la veíamos en otro punto antes de irnos a casa.

Tenía la suerte de que todas las procesiones del barrio pasaban por mi calle. Al llegar a casa esperaba en la ventana a ver la Cruz de guía que anunciaba que ya llegaba.

Todas las imágenes me llamaban la atención, pero cuando pasaba el Crucificado, mi Cristo de la Misericordia me emocionaba, sentía algo extraño y pensaba que algún día yo podría llevarle. Con el paso de los años y después de pasar una adolescencia muy normal pero algo dispersa, volví a pasar por la Iglesia y a entrar a ver al Crucificado, allí seguía esperándome.

Con 23 años me hice de la Cofradía pero hasta cuatro años después no hice estación de penitencia por primera vez. De mantilla, en filas en el tramo de la Virgen de la Soledad, pero siempre pendiente de Él.

VIERNES SANTO 2017

 

Empecé poco a poco, aprendiendo cómo se hacían las cosas; primero de aprendiz de camarera de la Virgen, ayudando a la mujer que la vestía,  luego como preparar velas, montaje de pasos, etc.

Con el devenir de los años entré en la Junta Directiva como Vicepresidenta y tiempo más tarde, he llegado a ser Hermana Mayor, cargo que ahora ostento.

Siempre de mantilla y en el tramo de la Virgen, hasta que un año tuvimos falta de anderos y para que ese paso y ese Cristo pudiera salir me metí debajo de Él. Es una sensación única, lo que siento cuando me meto allí debajo.  Ver como gracias al esfuerzo y a las ganas que tenemos todos los anderos sale, el Señor por la puerta y mostramos nuestra fe y devoción a todos.

ANDEROS 2017

Somos sus pies y gracias a nosotros anda, es maravilloso. Llevo seis años de andera y no lo cambio por nada.

Con toda la pena del mundo, el año pasado el paso no no pudo salir  por falta de anderos. Tuvimos que habilitar un paso más pequeño, en el cual solo entra la imagen del Señor Atado a la Columna, pues el Crucificado es demasiado grande.

Para mí, no poderlo ver en la calle y en su paso, es una gran decepción, pues es todo el año soñando con ese momento para que al final no pueda ser.

Esta página que me ha dado la oportunidad de expresarme, y lo aprovecho para pedir vuestra ayuda, para que este año pueda salir en todo su esplendor, después de su restauración, el Cristo de la Misericordia. Necesitamos ayuda para poder disfrutar de Él en la calle.

Si quieres sentir esa misma sensación que yo siento cada vez que soy sus pies, ¡¡Anímate!!.

Yo no lo cambio.

Ana Belén Hernández
Presidenta – Hermana Mayor de la
Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno y
Stma. Virgen de la Soledad
de Villaverde Alto y andera.

Compartir en:

You May Also Like