La continuación lógica para seguir dando cuenta de la relación de Isabel II con el bordado cofrade, tiene que ser a partir del manto de la Virgen de Atocha de 1852, la siguiente pieza de la que se tiene constancia.
En el “Heraldo de Madrid” de fecha 23 de junio 1853[1] se puede leer el siguiente texto:
“Las señoras Gilart que de tanta reputación gozan por su habilidad en obras de bordados, tuvieron anteayer la honra de ser recibidas por S.M. en el Real Sitio de Aranjuez. El objeto de esta audiencia fue presentar a S.M. el riquísimo trage y grandioso manto que aquellas señoras acaban de bordar con destino a Nuestra Señora de los Reyes de Sevilla. Esta última obra de las señoras Gilart bastaría por sí sola, si necesario fuese, para justificar la fama de que ya hace tiempo disfrutan, pues puede asegurarse que es la más hermosa y rica que de su casa ha salido, con ser tantas las que ya han causado la admiración de los artistas é inteligentes. El manto es de terciopelo verde salpicado de grandes flores de oro y con una guarnición tan bien concebida y ejecutada, que no puede darse de ella una idea, ni puede describirse para que se comprenda bien el efecto que produce a su vista. […] En el traje y demás piezas menores que en su conjunto componen esta obra grandiosa, se nota el más exquisito gusto y la mayor delicadeza, pudiendo asegurarse que no cabe más perfección, ni mayor primor en un trabajo de esta naturaleza. […] No es, pues, extraño que al examinar S.M. tan primorosos trabajos mostrase grande admiración, dando a conocer su inteligencia y buen gusto en las manifestaciones que hizo a las varias personas a quienes habló de este particular, dispensándoles ….. regalo que dedica a N.S. de los Reyes. […]
Este presente que S.M. la Reina dedica a N.S. de los Reyes de Sevilla, producirá en aquella ciudad el efecto más agradable, pues sus naturales que profesan a esta Santa imagen una particular devoción no podrán menos de celebrar que la Reina Isabel II siguiendo la costumbre de sus augustos antepasados se distinga por este acto grande de piadosa generosidad, manifestando así su religioso afecto la Virgen … que fue siempre objeto predilecto de los votos de los monarcas españoles, patronos … de la real capilla donde se venera esta sagrada imagen.”
Este artículo de la época que acabamos de leer, del que he extractado los más relevante e inteligible, da cuenta de la presentación ante Isabel II, el 21 de junio de 1853, de un traje y un manto, que ejecutado en el taller de las Hermanas Gilart, es encargado por la Reina, con destino a la Virgen de los Reyes de Sevilla.
Sobre el manto verde se ha escrito mucho[2] y podemos encontrar de él en internet multitud de imágenes, ya que por ejemplo y sin ir más lejos, fue el elegido para revestir a la patrona de Sevilla en su festividad, el pasado 15 de agosto de 2019[3].
Con los datos que se obtienen del artículo de «El Heraldo», otros que he ido recopilando en mis años de estudio y que se pueden leer en los artículos de esta misma página web, me atrevo a decir que, si el manto es ejecutado en el taller de las hermanas, como relata la crónica de la época, la autoría de esta obra que hasta ahora se referencia siempre a Rosa y Margarita Gilart, no sería del todo exacta. No está confirmado en ninguno de los documentos que he encontrado, que fueran ellas dos, las hermanas recibas en la audiencia de Aranjuez, como si pasará por ejemplo en Alcázar de San Juan años más tarde. Y en cualquiera de los casos, quien realizó la presentación de los ajuares textiles, no sería necesariamente quien ejecutaron las piezas en el taller. Si es cierto que en este aspecto, me inclino a pensar que Rosa siempre prefiera ser acompañada por Margarita, la más joven, ágil y agraciada de todas, que por Rita, que pese a que dejará claro que es su hermana favorita, por un motivo que aun no he descubierto (actitud, capacidades, destrezas, o tareas designadas), «no sale en los periódicos».
La obra debería ser imputada, o a la titular del taller, Rosa Gilart en solitario, o compartida por Rosa, Rita y Margarita, sin descartar nunca, el tener que incluir a Magdalena[4] como otra de las responsables del taller, a la hija de Rosa, Matilde y la de Magdalena, también llamada Magdalena como su madre.
Siempre que encuentro datos que hablan de las hermanas, es en plural, incluido uno texto explicito «las tres señoras Gilart» (“El Heraldo” en su edición del 22 de junio de 1845), por lo que las obras cuya autoría se imputan a las Hermanas Gilart, se deben atribuir a todas las que trabajen en su taller, independientemente de cuál de las hermanas hicieran la presentación ante la Reina en Aranjuez, punto este, en el que insisto no está aclarado en el texto que hemos leído, ni en otros encontrados que hablan del mismo acto. Aun así, si a mi se me pide opinión, siempre hablaré de Rosa Gilart como la autora real de cualquiera de las piezas, ya que cuando he encontrado documentos como pedidos o facturas reales de cobro de estas confecciones, están todos emitidos, firmados y cobrados por Rosa Gilar, con un membrete claro y contundente que así lo demuestra y su firma manuscrita en ellos.
Entonces, la marca «Hermanas Gilart» de donde viene. No hay ningún persona con taller de bordado propio, que soportando la carga de trabajo que debía tener Rosa Gilart como bordadora de cámara de la Reina (sus hermanas nunca ostentaron tal título), adquiriendo una gran fama en la época, pueda estar compuesto por una única persona, y ni siquiera tan solo tres personas, por lo que es comprensible que además contaran con más trabajadores[5]. Lo que sí está medianamente claro, es que las tres hermanas pequeñas, permanecieron unidas hasta el fin de sus días (Rita y Rosa sin ningún género de dudas). Con esta formula de marca, Rosa protege a sus hermanas y resto de familia, trabando bajo su amparo, pudiendo asumir muchos más trabajos que harán de ella una persona rica y con influencias . Pero, si de lo que hablamos de las Hermanas Gilart en genérico, creo de justicia, hablar cuanto menos, de ellas tres: Las hermanas Gilart, las «mallorquinas» fueron: «Rosa, Rita y Margarita».
La otra cuestión en la que quiero entrar, es el entender las motivaciones que llevan a la Reina, ha realizar este regalo a la Virgen de los Reyes de Sevilla.
No puedo valorar los sentimientos devocionales de la Reina hacia la imagen sevillana.
Lo que si conocemos son dos cosas que pueden contextualizar la situación. La primera, la mejora de las relaciones con la Iglesia, a partir de la firma del nuevo concordato con la Santa Sede en 1851. Con este acuerdo se viene a reponer en parte, los desagravios sufridos por la Iglesia en España, ante las continuas desamortizaciones sufridas años atrás, y que está permitiendo la recuperación patrimonial de la Iglesia, incluidas las hermandades y cofradías de la época.
La segunda, la relación de la Reina con los Montpensier[6], quienes han formado una especie de corte paralela en Sevilla. Explicar aquí la sucesión al trono de Fernando VII, las guerras carlistas o el asesinato del general Prim, sería muy tedioso. Lo resumiré diciendo que la relación con su cuñado, es tensa y muy complicada.
Con esa mala relación de fondo, hay que saber que, la Reina hace que en su nombre, sea el propio Duque de Montpensier, quien haga la ofrenda del regalo a la Virgen, entregando el 11 de agosto de 1853, el vestido y el manto a los capellanes del Cabildo de la Capilla Real de San Fernando de la S.I.C Metropolitana de Sevilla[7].
La Reina, que vivirá siempre rodeada de inestabilidades políticas y acostumbrada a las rencillas cortesanas, no perderá nunca de vista la actividad de los Duques. Así, conoce como estos, en 1851 son nombrados Hermanos Mayores Perpetuos de la Hermandad de Montserrat[8] y de cómo esta relación de mecenazgo con la Hermandad, mejora la imagen de los duques en la ciudad, arropados por la aristocracia y la burguesía que está en torno a “la Corte de San Telmo”, palacio donde residen los Montpensier.
Lo que voy a explicar a continuación, puede dar sentido al segundo regalo de la Reina a la Virgen de los Reyes, del que, para no saltarnos el orden cronológico, hablaré en próximo artículo.
En esta relación de «rivalidad» entre la Reina y los Montpensier, podría llegar a entenderse mejor, el precioso manto de salida de Nuestra Señora de Montserrat[9] confeccionado en 1865, obra del taller de bordados de Patrocinio López [10], donde aparecen leones y castillos bordados, siendo en la actualidad, uno de las más antiguos entre los que salen a la calle[11] durante la Semana Santa sevillana, y que nos recuerda, muy mejorado, el manto de la Virgen de Atocha de 1852.
No es descabellado pensar que con esta primera ofrenda, la Reina Isabel II quiera también hacerles recordar a los Duques «quien manda», incluso en Sevilla.
El cómo influye en Sevilla el regalo de la Reina es difícil de calibrar, pero lo que si hace seguro, es incentivar a los Duques en seguir mejorando su imagen cofrade en la ciudad y que nombres como Patrocinio López, considerada como una de las más importantes bordadoras que han trabajado para la Semana Santa sevillana se interrelacionen con el trabajo de las Gilart.
Carlos Elipe Pérez.
[1] Fuente Biblioteca Nacional. “Heraldo de Madrid” de fecha 23 de junio 1853, página 3, columna 3 y 4.
[2] Recomiendo leer el artículo de Francisco Espinosa de los Monteros Sánchez, “Las hermanas Gilart y la Virgen de los Reyes: Aportaciones a la vida y obra de las bordadoras de cámara de Isabel II”, aparecido en el Boletín de las cofradías de Sevilla, nº 606, el año 2009 – páginas 632-635.
[3] por ejemplo en: Diario de Sevilla. «Las mejores imágenes de la procesión de la Virgen de los Reyes 2019» 15-08-2019. https://www.diariodesevilla.es/semana_santa/imagenes-procesion-Virgen-Reyes_3_1382591731.html
[4] En el «Boletín de Segovia» publicado en 1843, pagina 3, describe que entre objetos presentados a la «Exposición pública de los productos de la Industria Española» de 1841 se le concede MENCIÓN HONORIFICA en el apartado de bordados a Dña. Magdalena Gilart de Madrid.
[5] En 1865 aparece en «La Esperanza» número 6.349 del 16 de junio de 1865, página 2, el nombre de Manuel González Salgado como trabajador del taller de las hermanas Gilart.
[6] Los Duques de Montpensier son D. Antonio de Orleans (31 de julio de 1824 – 5 de febrero de 1890) y Dña. María Luisa Fernanda de Borbón y Borbón (30 de enero de 1832 – 2 de febrero de 1897) hermana de la Reina Isabel II.
[7] Archivo General de Palacio. Sección Reinado Isabel II. Regalos. Caja 8.675, Expediente 36. Regalos a iglesias (1853-1866).
[8] Página web oficial de la Hermandad de Montserrat de Sevilla en el apartado Hermandad/Historia/Corte de los Montpensier http://hermandaddemontserrat.org/
[9] Página web oficial de la Hermandad de Monserrat de Sevilla en el apartado Archivo/Paso de Virgen http://hermandaddemontserrat.org/paso-de-virgen/
[10] Patrocinio López García. https://sevillapedia.wikanda.es/wiki/Patrocinio_López
[11] “La cofradía más antigua” por José Antonio Rodríguez 14/07/2016 ABC – PASIÓN EN SEVILLA https://sevilla.abc.es/pasionensevilla/actualidad/noticias/la-cofradia-mas-antigua-96600-1468455106.html
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