En primer lugar quiero presentarme, me llamo Verónica Mª Rojas y tengo 18 años, pertenezco a la Cofradía Ntro Padre Jesús Nazareno y Santísima Virgen de la Soledad de Villaverde Alto y a la Hermandad de Los Gitanos de Madrid, esta última desde hace un año.

Cuando me dicen o me preguntan el por qué de pertenecer a una hermandad o incluso de estar en la iglesia yo siempre digo que no se puede explicar con palabras. Puede que resulte algo raro pero todos los que tenemos este sentimiento podríamos contestar lo mismo.

Esta pregunta se complica cuando te la hace alguien joven porque tal vez con malicia o por desconocimiento se la proponen. Yo vuelvo a responder lo mismo y muchas veces no quedan conformes o crean un prototipo nada acertado de ti. Entonces yo les digo que es una forma de vivir, de conocer y también de crear amistades.

La parte más importante de una Hermandad o Cofradía son sus hermanos, la gente que la compone y ayuda a que se mantenga a lo largo de los años. Dentro de ella si nos ponemos a indagar aún más encontramos al Grupo Joven, que compuesto desde el más pequeño al que tiene más experiencia se ayudan mutuamente y que aunque discreto es el impulso de una hermandad.

Y si, un grupo joven es eso, ¿pero que hay dentro?

Jóvenes, hay jóvenes con muchas ganas de trabajar

Un joven en la hermandad es aquella persona que sin saberlo será el sustento de muchos años, un joven en una hermandad será aquel que ayude, aquél que demuestra que lucha por algo que merece la pena, aquél que sin pedir nada a cambio da todo por su hermandad, aquél que ayuda con las nuevas tecnologías cuando nadie sabe utilizarlas o a veces solamente es aquél que está ahí para lo que se necesite.

Yo llevo 12 años en la cofradía de  la Soledad y Nazareno de Villaverde Alto y para mí más que una hermandad es una familia. En ella he llorado, he reído, he aprendido incluso he cantado. En ella se me han inculcado valores que me ayudan a crecer como persona.

Cuando eres pequeño no te das cuenta que tus mayores son la única referencia que tienes y que cuando crezcas esa referencia serás tú.

Yo puedo decir que me siento orgullosa de mis hermandades, de que en las dos se fomente ese espíritu joven de una forma permanente. Cada una muy diferente respecto a la otra pero en el fondo con el mismo compromiso, el de llevar a todos lados nuestra hermandad.

Acercarla a los que no la conocen o simplemente estar ahí para cuando se nos necesite.

Los jóvenes somos, como digo en mi título, una REVOLUCIÓN que allá donde vamos dejamos una huella, esta puede ser para bien pero también para mal y solo nosotros lo podemos cambiar.

Verónica Mª Rojas

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